“Agosto fue un mes complicado”, así lo resumió el consultor Federico Morixe a A&N al analizar el cierre del mes del mercado de commodities. “Tanto el maíz como la soja han bajado; estamos en los precios más bajos de los últimos cuatro años y eso está generando incertidumbre. El mercado todavía no sabe hacia dónde dirigirse”, expresó. Según su análisis, el precio seguiría bajando debido a una gran producción en Estados Unidos y una buena previsión para la nueva zafra en Sudamérica.
Mientras la producción tiene muchas aristas que aún deben esperar su desarrollo definitivo, en el mercado sí se observa algo concreto: la demanda. China y Asia en general están comprando mucha soja de Estados Unidos, lo que ha ayudado a que algunos precios suban, aunque luego vuelven a bajar. “En cada baja aprovechan y compran grano físico”, dijo Morixe que definió agosto en Chicago como un mes con “movimiento horizontal”.
Otro factor que está ayudando a mejorar los precios es el encarecimiento de la mercadería en Brasil debido al cambio real-dólar. “Los compradores aprovechan y compran mercadería en Estados Unidos. Además, está por comenzar la cosecha, que se supone será muy grande y si ésto se confirma, hará caer los precios en el país norteamericano”, detalló.
Según Morixe, aún no hemos llegado al mínimo histórico, aunque sí a la cotización más baja en los últimos cuatro años. “Si nos remontamos a 2016-2017, los precios llegaron a 300 y 290 dólares en Chicago, y tanto en Paraguay como en el centro de Sudamérica, estábamos en 250 dólares. Este año todavía no hemos llegado a esos valores, pero sí podríamos llegar”, dijo Morixe.
El factor decisivo para esto sería el regreso de Donald Trump al poder en Estados Unidos, lo que se considera un riesgo de una nueva versión de guerra comercial entre Estados Unidos y China. Sin embargo, Morixe fue enfático en señalar que una guerra comercial no conviene a nadie. “Esto podría hacer bajar los precios nuevamente, lo cual no es bueno para el productor sudamericano que este año enfrenta costos más altos. Si los precios bajan a los niveles de 2017-2018, podría estar perdiendo hasta 300 o 400 dólares por hectárea, incluso produciendo bien. No solo es importante el precio en Chicago, sino también la prima”, recordó el consultor de mercado.
“Si hay algún problema de producción en Sudamérica, Estados Unidos ofrecerá la mayor parte de esa producción, lo que hará que suba y que mejore la prima en Chicago. A veces, cuando Chicago no se mueve y un país tiene mayor oferta porque otro tiene menos, la base y la prima también se mueven. Lo hemos visto otros años, cuando Chicago subía y la prima estaba en +50. Eso podría favorecer si Sudamérica disminuye la producción por problemas climáticos. Entonces, Chicago podría subir y además subir la base. Pero si Sudamérica produce mucho habrá competencia entre Chicago y las bases. En ese caso, podríamos tener Chicago bajo y además descuentos de -20, -30, -40, y ahí es donde hay que preocuparse”, detalló.
Morixe recomienda observar siempre los dos aspectos: por un lado, el precio en Chicago y por otro, las bases, ya que la suma de ambos factores es lo que determina el precio final para el productor en cada país. Pidió no desear el mal a otros productores, sino enfocarse en mejorar la producción propia.
Pro Farmer Tour
El recorrido por Iowa e Illinois muestra cultivos en muy buen estado. “Los cultivos están impresionantes, tanto de soja como de maíz”, dijo Morixe. Este año, el recorrido se centra en el valor agregado al grano y la apuesta por la producción para alimentos en la industria ganadera. El agricultor norteamericano ya está acostumbrado a asegurar su producción, pero actualmente se están quejando de que no alcanza para los kilos extra obtenidos en un buen año.
Algunos agricultores norteamericanos cerca de la cosecha, reportan que podrían alcanzar hasta 800 kilos por encima del rendimiento esperado al cierre de las ventas.
“Trabajan en un sistema diferente, con una mentalidad diferente (…) hay que tomar las cosas buenas que nos pueden ayudar a ser mejores y más eficientes en Sudamérica”, dijo Morixe, invitando una vez más a los agricultores a trabajar con planificación y seguros de precios.
Maíz y Trigo
Sobre los precios del maíz y del trigo, Morixe comentó que también han bajado. Sin embargo, explicó que es normal que estos meses presenten precios más bajos. “Cuando hay mucha producción en Estados Unidos, los meses de agosto y septiembre normalmente tocan fondo”, recalcó. Añadió que lo que se debe esperar ahora son los números definitivos de la cosecha en Estados Unidos. “Si es muy buena y fuerte, buscará precios más bajos. Pero si está dentro de las expectativas del mercado, los precios se mantendrán bajos tanto para el maíz como para la soja; pero no bajarán más”, dijo.
Los productores del norte están apostando por Sudamérica, explicó Morixe, detallando la dinámica del mercado que considera usual. Explicó que el aumento de precios dependerá de las ventas que realicen los productores en Estados Unidos; y Brasil durante la siembra.
Factores clave en septiembre:
- Cosecha en Estados Unidos: maíz y soja.
- Siembra en Sudamérica.
“Si ambos factores son positivos para la producción, veremos bajas en los precios. Si son negativos para la producción, con menores rendimientos, veremos precios al alza. Estos son los dos factores más importantes. Luego, están todos los factores políticos, el tipo cambiario; la devaluación o apreciación del real también influirá en el precio, pero el factor más relevante en septiembre es el fundamento de la producción global”, expresó.