La cosecha de la zafra 2023-2024 muestra rendimientos dispares.

Parcelas de soja fueron afectadas por el intenso calor y la falta de lluvias en sus diversas etapas de desarrollo, ocasionando rendimientos dispares, así lo indica un reporte sobre el avance de cosecha socializado por la UGP.

Las condiciones climáticas crearon distintos escenarios durante la siembra y desarrollo de los cultivos, lo que ocasionó rendimientos disparejos a nivel país y en las propias parcelas.

Aurio Frigheto, productor de Alto Paraná contó que en la zona norte, la cosecha se encuentra en el tramo final y los resultados son buenos se mantiene el rango de los 3.200 a 3.500 kilos por hectárea. En otras zonas de Alto Paraná se iniciaron con rindes desde 2.000 kilos por hectáreas y ahora están cerrando con un rendimiento promedio de 3.500 a 4.000 kilos por hectárea gracias a un mejor comportamiento climático.

En los departamentos de San Pedro, Canindeyú y Amambay y zonas de Caaguazú la producción está siendo afectada por el calor intenso y la falta de lluvias importantes que den un alivio a los cultivos.

“Estamos con calor extremo y falta de lluvias, salvo algunos lugares donde llegó algún aguacero, que tampoco llegó con un volumen que solucione el problema”, comentó Ricardo Rian Sosa, productor de San Pedro. Asimismo, la zona norte se encuentra en una situación más crítica. “En mi caso empezamos a cosechar bien, pero ahora bajó drásticamente los rendimientos y ya tenemos parcelas que están muriendo”, agregó.

Se estiman daños en importantes áreas de entre el 30% al 60% de los cultivos, se necesita lluvia en los próximos días para recuperar un porcentaje de estos cultivos. La incertidumbre es alta, ya que se depende totalmente del clima tanto para que las plantas culminen su ciclo de desarrollo con buen llenado de granos, como para empezar la siembra de otros cultivos de zafriña. Los labriegos siguen poniendo todo su esfuerzo en rescatar la producción y esperan por la llegada de una buena lluvia en los próximos días. Recordamos que San Pedro viene con altos niveles de sequía en los últimos dos años, por lo que muchos productores arrastran importantes deudas que saldar, que sumado al aumento de los costos de producción y reducciones significativas de los precios presenta un panorama desafiante.

En el departamento de Caaguazú se estima que cerca del 15% de los cultivos tardíos están siendo afectados por el estrés hídrico, según comentó el Ing. Manuel Ocampo. Los productores están tomando todas las medidas necesarias para mantener un buen desarrollo.

Julia Leguizamón, productores de Caaguazú mencionó que fueron afectados por enfermedades pero con los tratamientos adecuados están logrando superar. Actualmente, falta más agua para mantener el buen desarrollo de los cultivos. “Siempre tenemos alguna que otra enfermedad, pero la superamos día a día con los tratamientos, pero en el factor clima, solo nos queda esperar”, agregó. También manifestó la preocupación por la reducción en los precios, que afecta a todos los productores de la zona.