Lo ideal es iniciar cualquier proyecto de cría pecuaria ovina o caprina con razas criollas, sugirió la Dra. Mirta Benítez, del Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA). “La raza criolla es mucho más resistente, las razas mejoradas tienen un poco más de exigencia” explicó la actual jefa de publicaciones de Transferencia de Tecnología del IPTA al ser consultada por la viabilidad de este negocio para los productores a pequeña escala.
Aseguró que el costo de iniciar una producción pecuaria caprina-ovina no es prohibitivo para pequeños productores. Benítez recomienda empezar con razas criollas porque además de ser más resistentes, son fáciles de manejar en un entorno familiar. “No necesitas contratar personal exclusivo para esto; la familia puede manejar estos animales y se multiplican rápidamente”, comenta, subrayando que las cabras, por ejemplo, pueden tener múltiples crías a partir del segundo parto, facilitando también el aumento de cabezas en la finca.
La profesional sugiere empezar de esta forma, aprovechar el proceso de aprendizaje para ir aumentando la cantidad de animales y optando por sumar, más adelante y progresivamente otras razas según la productividad que se requiera.
La Dra. Mirta Benítez conversó con Agropecuaria y Negocios durante la Expo Pioneros, en ese escenario también se refirió a la chía de este tipo de ganado en el Chaco, aseguró que es una buena región para el ganado, pero particularmente para el caprino.
“Sobre todo para las cabras el Chaco es fantástico, porque son muy selectivas con su alimentación y no son muy de pastorear, son más bien de ramonear, les encanta estar por los árboles, su alimentación se consigue más con los arbustos. Se le puede someter a pastura pero no es su hábitat”, señala Benítez. Las ovejas, por otro lado, se adaptan bien tanto en la región oriental como en el Chaco, con una sanidad más fácil de manejar debido a la baja humedad, lo que reduce los problemas de parásitos.
Los productores pequeños buscan animales de doble propósito que produzcan tanto carne como leche. “Lo ideal es encaminarlos hacia opciones de doble propósito, especialmente en cabras”, afirma Benítez.
La Producción Pecuaria en el IPTA
Aunque la labor agrícola del IPTA es más conocida, el sector pecuario también tiene un papel fundamental, afirma la profesional. “Dentro del pecuario tenemos producción de caprinos, ovinos, bovinos de carne y leche”. El IPTA opera en tres campos experimentales: dos ubicados en el Chaco y uno en Paraguarí, en la famosa estancia Barrerito.
Además comentó que trabajan en estrecha colaboración con productores y universidades. “Siempre consultamos con ellos en qué es lo que le interesa en la parte de producción”, explica Benítez, asegurando que las necesidades de los productores guían sus investigaciones y desarrollos. Además ofrecen oportunidades a pasantes y estudiantes para realizar investigaciones y ensayos en sus instalaciones.
Mejoramiento Genético y Bienestar Animal
El mejoramiento genético y el bienestar animal son prioridades en el IPTA en el trabajo respecto a producción pecuaria. Benítez destaca el cuidado especial que requieren ovejas y cabras, especialmente en condiciones climáticas adversas. “Vemos que tengan más sombra, agua en caso de sequía y los trasladamos en caso de inundaciones”, menciona, subrayando la importancia de evitar el estrés animal para asegurar una producción óptima.
La dirección de transferencia tecnológica está integrado por un equipo de profesionales responsables de la divulgación de conocimientos y prácticas innovadoras desde el IPTA. Trabajan en la elaboración de publicaciones, videos y otros materiales informativos, como revistas y folletos. Este equipo se dedica a sintetizar y difundir información técnica vital para los productores.