La buena performance de la zafriña, en especial en el norte de la Región Oriental, impulsa al alza la producción total de soja en Paraguay. Según el informe de junio de StoneX, con rendimientos que en algunos casos superan los 3.000 kilos por hectárea, esta segunda campaña se consolida como un factor clave para revertir un año marcado por condiciones climáticas adversas, y permite proyectar una cosecha total de casi 10 millones de toneladas en el ciclo 2024-2025.
Mientras en la Región Oriental del país avanza la cosecha de la zafriña, en el Chaco recién se da inicio a la siembra de soja. Esta diferencia responde no solo a los calendarios agrícolas, sino también a las condiciones climáticas y biogeográficas determinadas por el río Paraguay, que divide al país en dos grandes regiones: Oriental y Occidental.
En la Región Occidental, el actual ciclo productivo estuvo marcado por lluvias intensas que desbordaron cauces hídricos, afectaron rutas y redujeron el rendimiento de los cultivos sembrados en diciembre. No obstante, las siembras realizadas posteriormente mostraron resultados muy favorables. Esta recuperación se refleja en los rendimientos: si el año pasado la productividad promediaba apenas 1 tonelada por hectárea, hoy alcanza las 2,2 toneladas por hectárea, con algunas zonas llegando incluso a 3 toneladas. Este repunte permitió ajustar al alza la estimación nacional de la zafra principal, que ahora se sitúa en 8,69 millones de toneladas.
En la zafriña el liderazgo fue del norte
Respecto a la zafriña en la Región Oriental, especialmente desde la Ruta 2 hacia el norte, los resultados han sido mejores que los de la zafra principal, tanto en soja como en maíz. En contraste con la zafra, donde el sur se destacó, en la zafriña el liderazgo fue del norte. Localidades como Colonia Río Verde y Colonia Nueva Durango, en el departamento de San Pedro, obtuvieron rendimientos superiores gracias a siembras más tardías. Sin embargo, la región también mostró una fuerte disparidad: mientras el norte tuvo buenos resultados, zonas del centro oeste y sur no lograron cubrir los costos, con rendimientos cercanos a 1 tonelada por hectárea. Por esta razón, si bien no se ajustó aún la estimación departamental, se mantiene abierta la posibilidad de revisión.
En otras zonas productivas, Caaguazú sorprendió positivamente con localidades como Vaquería e Yhú superando expectativas. En Itapúa y Santa Rita, en cambio, los rendimientos fueron desiguales, con cosechas tempranas favorables pero resultados flojos en las etapas posteriores. Hacia finales de mayo, se estima que ya se cosechó el 90% de la zafriña, quedando solo algunas áreas para completar la tarea en la primera quincena de junio. La producción de la zafriña se estima en 1,24 millones de toneladas, lo que eleva el total del ciclo 2024-2025 a 9,93 millones de toneladas.
La zafriña, especialmente en el norte del país, se posiciona así como una pieza clave para cerrar con números positivos un año agrícola que comenzó con desafíos climáticos, pero que, gracias a la resiliencia del campo, hoy muestra signos de recuperación.
