De esta manera respondió en el expresivo idioma guaraní Don Lorenzo López cuando le preguntamos qué mensaje quiere enviar a sus colegas agricultores. Les pidió no temer a la tecnología y a la mecanización, unirse, apoyarse sin dudar e invertir en la educación de sus hijos. “No quiero que estén solos, solo en sociedad vamos a salir adelante”, insistió.
Desde la Colonia Mariscal López´i, Compañía San Jorge Sexta Línea del Distrito de Yhú, Caaguazú, Don Lorenzo López celebra con su esposa la positiva transmisión generacional de sus conocimientos sobre la agricultura a sus tres hijos. Don Lorenzo se tomó el tiempo para compartir con A&N algunos consejos para sus colegas productores, de modo que ellos también puedan disfrutar de la formalización del negocio familiar en la chacra.
Lorenzo comenta que sus principales cultivos comerciales son la soja y la chía, y que cuenta con una chacra de 8 hectáreas que trabaja junto a su esposa y sus tres hijos. “Tengo dos hijas mayores que gracias al esfuerzo de la chacra hoy ya son profesionales y un hijo, el menor que también se muestra encaminado en el mismo rubro; las mayores son ingenieras agrónomas”, celebra Don Lorenzo.
La diversidad de cultivos para autoconsumo y renta siempre estuvo presente en su chacra familiar. Lorenzo recuerda que siempre quiso asegurarse de que no faltara alimento ni ingresos para su hogar. Legumbres, maíz, mandioca, yerba mate y chía son solo algunos de los cultivos que siempre formaron parte de sus tierras.
En esta entrevista, Don Lorenzo se concentró, más allá de sus propios logros, en compartir consejos para sus colegas de todo el país. La entrevista se dedicó a destacar los resultados del trabajo en comunidad y de la asociación. “En Mcal. López´i trabajamos en comité, el nuestro se llama Productores Agropecuarios Agrícolas Unidos. Somos 39 socios activos de 18 bases que estamos trabajando desde hace 4 años con la tecnificación agrícola y estamos avanzando con la mecanización. Vemos que es muy importante sacar adelante tanto al pequeño productor como al mediano productor”, aseguró.

Aprendizaje Continuo
Para este comité de San Jorge Yhú, su camino hacia la tecnificación inició gracias a su vinculación con el Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO). Don Lorenzo celebra que el proceso no se ha interrumpido desde el inicio de sus actividades. “Todavía realizamos capacitaciones, una vez al año hacemos un día de campo, donde nos reunimos los interesados en aprender en la finca de nuestro colega Rubén Fariña, que en su propiedad tiene 3 hectáreas de parcelas demostrativas. Allí sumamos conocimiento”, explicó.
“Ahí estudiamos porque vienen los técnicos a enseñarnos cómo debemos trabajar cada cultivo: soja, maíz, chía, trigo. Los amigos de las comunidades de alrededor están viendo que la mecanización es tan importante que empiezan también a implementarla, y ya estamos llegando de forma masiva con la tecnificación y el uso de biotecnología”, celebró Don Lorenzo al insistir en pedirle a los productores que no teman pedir ayuda y trabajar con el sector privado.
“Ojalá el gobierno también pueda ver esto, el avance, que el MAG vea nuestro trabajo y vea que hay muchos pequeños productores, trabajadores que quieren salir adelante. Queremos que se apoye formalmente a los trabajadores que quieren progresar, es nuestro sueño”, expresó Don Lorenzo.
El Éxito de una orgullosa Familia
Don Lorenzo comparte su experiencia para inspirar a otros productores a invertir en la tecnificación y la asociación. Actualmente, su comunidad coordina trabajos conjuntos en 18 bases, sean o no socios.
Además de cultivar soja y chía, la familia López, con la ayuda de sus hijas ingenieras agrónomas, tiene una huerta que produce locote y tomate para el consumo familiar y para la renta. Don Lorenzo está orgulloso de contar con un pozo artesiano, innovación y tecnología, todo gracias a la educación de sus hijos.
“Mis hijas profesionales ya son de provecho para la comunidad”, dice Don Lorenzo. Después de preguntarles qué querían estudiar, sus hijas eligieron agronomía “para ayudarnos entre todos”. Ahora, cada uno tiene su parte de la empresa familiar y los padres observan su progreso. “Invertir en la educación de los hijos es clave para el éxito del negocio familiar”, insiste Don Lorenzo.
Don Lorenzo también destaca la importancia de la organización y la educación. “Mis hijos ya comparten su experiencia; mi hijo desde pequeño empezó a labrar la tierra conmigo”, comenta. Cree firmemente en educar a los hijos para mejorar las condiciones en la chacra. Tener profesionales en la familia ahorra costos y asegura la continuidad del negocio.

Mensaje para los Productores
Don Lorenzo pide a los pequeños productores que trabajen en conjunto. “Trabajar solos no da resultado. Es más fácil enfrentar los desafíos juntos. Organicen grupos, entren en cooperativas o comités. No quiero que estén solos, solo en sociedad vamos a salir adelante”.
Resalta el ejemplo de los colonos menonitas que lograron progreso trabajando en sociedad. “Debemos apoyarnos mutuamente. Si tengo 100 guaraníes, debo prestar lo que pueda a mi vecino. La unión es clave para superar los problemas del pequeño productor”, concluye Don Lorenzo.