Marcelo Hartman: “Me preocupa que se hable del maní como un cultivo de suelos pobres”.

El maní es un cultivo con gran potencial para la rotación agrícola y agroganadera en Paraguay, destacándose por su capacidad de mejorar la fertilidad del suelo y recuperar pasturas degradadas. Según Marcelo Hartman, experto de Agromaní, este cultivo, ideal para la diversificación de la producción, tiene un ciclo similar al de la soja y es especialmente valioso por su capacidad de fijar nitrógeno, favoreciendo el crecimiento de pasturas como la brachiaria. Además, su heno rico en proteínas ofrece una excelente fuente de alimento para ganado de engorde. Sin embargo, su éxito depende de un manejo adecuado que incluya correcciones de suelo y control de plagas y enfermedades.

En Paraguay, el maní es un cultivo con un enorme potencial para la rotación agrícola y agroganadera, tanto por sus características propias como por los beneficios que aporta al suelo. Durante su participación en la Primera Feria Agropecuaria San Pedro, Marcelo Hartman, experto en el rubro, compartió detalles clave sobre las variedades, el manejo y las oportunidades que ofrece este cultivo, especialmente para los productores interesados en diversificar su producción agrícola.

El maní, como leguminosa, tiene un ciclo de vida muy similar al de la soja, pero con una característica crucial: su ciclo es extremadamente indeterminado. A los 30 días comienza a florecer, pero esta fase puede extenderse hasta los 80 días y el ciclo completo dura entre 130 y 140 días. Aunque es una planta rústica, su manejo es delicado, es conocido por su capacidad de adaptación al estrés térmico e hídrico; pero al referirse a esta situación, Hartman insistió en aclarar que el maní no puede resistir largos períodos de sequía (más de 40 a 50 días), expresó que en realidad, el maní “tiene una notable resiliencia que le permite recuperarse tras eventos de estrés hídrico, pero no quiere decir que pueda soportar la sequía y pobreza de suelo”, aclara.

El experto manifestó una gran preocupación porque al maní se le conozca como un cultivo de suelo “pobre”, porque en realidad prospera mejor en suelos fértiles o mejorados. La siembra de maní no requiere una gran cantidad de remoción del suelo, por lo que la siembra directa es un método muy beneficioso, ya que reduce la erosión y mejora la retención de humedad, lo cual es especialmente importante en zonas con clima variable.

Otro dato relevante que compartió para que conozcan los productores de San Pedro que estén interesados en sumarse al rubro, es que el maní tiene una fuerte necesidad de calcio (calcifílico) para su desarrollo, lo que lo convierte en un cultivo que se beneficia enormemente de la corrección del suelo con cal agrícola. Hartman explica que producir maní sin una adecuada corrección de calcio es un error grave. El cultivo también responde bien a la incorporación de otros nutrientes, como el fósforo, potasio y boro. Para obtener una alta producción, el maní requiere un suelo bien corregido, y este tipo de corrección puede perdurar hasta cinco años, lo que representa una inversión a largo plazo.

El Maní en la Rotación Agroganadera

El maní no solo es beneficioso para la producción agrícola, sino también para la ganadería. Hartman destaca que el maní es una excelente opción para recuperar pasturas degradadas, ya que la corrección de suelos con cal y boro, además de la capacidad simbiótica de la planta, mejora significativamente la fertilidad del suelo. Esta capacidad de fijar nitrógeno es superior incluso a la de la soja, lo que favorece la posterior siembra de pasturas como la braquiaria, que crece vigorosamente tras el cultivo de maní.

Además, el maní es conocido por dejar una paja rica en proteínas (heno de maní), lo que lo convierte en una excelente fuente de proteína para ganado de engorde. Aunque no es tan utilizado por los productores de soja, el heno de maní se ha ganado reconocimiento en mercados como el de Estados Unidos, donde se emplea para la alimentación del ganado.

El maní tiene un enorme potencial en Paraguay, no solo por su capacidad de diversificar la producción agrícola, sino también por los beneficios agronómicos que ofrece, como la mejora de la calidad del suelo y la fijación de nitrógeno. Sin embargo, su éxito depende de un manejo técnico adecuado: correcciones de suelo, control de plagas y enfermedades, y una cosecha oportuna son factores clave para lograr una alta rentabilidad.

Plagas y Enfermedades: El Desafío del Manejo

El manejo de plagas y enfermedades en el maní es un desafío importante. Entre las plagas que afectan al cultivo, el chinche de las raíces y la oruga del cuello rojo son dos de las más problemáticas. Sin embargo, Hartman destaca que el maní también tiene un beneficio particular: su capacidad para reducir la presencia de nemátodos de las agallas en el suelo, lo que lo convierte en una opción estratégica para combatir este problema en suelos afectados.

En cuanto a las enfermedades, el maní es susceptible a la cercóspora (o pinta-mancha negra), que requiere aplicaciones frecuentes de fungicidas. Hartman resalta la importancia de un manejo preventivo de enfermedades, ya que la planta no responde bien a tratamientos curativos una vez que la enfermedad ya está instalada.

Cosecha y Postcosecha: Claves para el Éxito

La cosecha del maní debe realizarse en su punto óptimo de maduración. Hartman señala que el maní debe cosecharse cuando está verde, pero ya con un buen drenaje de nutrientes. La madurez del cultivo se puede evaluar raspando las vainas, y cuando alrededor del 60-70% de las vainas han madurado, se puede proceder a la cosecha.

Una vez cosechado, el manejo postcosecha es fundamental para evitar la presencia de aflatoxinas, un tipo de toxina producida por hongos del género Aspergillus que puede afectar la salud humana. Para evitar este riesgo, es esencial que el maní se coseche a tiempo y que se mantenga un manejo adecuado de enfermedades.

Marcelo Hartman insistió durante su presentación en que a medida que más productores comprendan y apliquen estos conocimientos técnicos, el cultivo de maní podría desempeñar un papel cada vez más importante en la agricultura paraguaya, contribuyendo tanto a la producción nacional como a la sostenibilidad del agro en la región.

La disertación de Hartman estuvo acompañada de videos de labores en la chacra. Se puede ver completa aquí, a partir de 02:17:04. Para aprender sobre el mercado y la situación actual de producción, te invitamos a leer la primera nota sobre esta disertación sobre maní en canalayn.