La Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP) expresó su preocupación por la falta de transparencia en los llamados “premios” que descuentan las exportadoras al momento de fijar el precio final de la soja. Según el gremio, estos descuentos, que deberían responder a costos logísticos como transporte y procesamiento, han aumentado sin justificación clara, afectando directamente los ingresos del productor. Ante esta situación, referentes del gremio abogan por abrir nuevos mercados con reglas más equilibradas para la comercialización.
La Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP) manifestó su preocupación por la falta de transparencia en los descuentos, conocidos como premios, que son aplicados por las exportadoras al momento de fijar el precio final de la soja. Según señalaron, estos montos carecen de criterios claros y limitan el margen financiero del productor y la Unión de Gremios de la Producción en su boletín informativo semanal se hizo eco de estas preocupaciones.
El premio es la diferencia entre el precio internacional de referencia y el valor que finalmente recibe el agricultor. Este descuento se aplica en concepto de costos operativos como el procesamiento en silo, fletes terrestres y fluviales, puertos y otros gastos logísticos.
“Los descuentos no disminuyen cuando las condiciones mejoran y esto es lo que genera la desconfianza”
Rubén Sanabria, vicepresidente de la CAP explicó que desde la visión de los agricultores, este descuento varía sin explicación transparente. “Si en Chicago la tonelada cotiza a USD 400, voy a la multinacional y me dicen que me van a descontar USD 40 por tonelada para cubrir costos logísticos. Es decir, recibo un pago de USD 360 por tonelada”. Según Sanabria, factores como el aumento del precio del combustible o el bajo nivel del río Paraguay que obliga a transportar menor carga por viaje pueden encarecer el flete. Sin embargo, los descuentos no disminuyen cuando las condiciones mejoran, y esto es lo que genera la desconfianza.
Actualmente, los productores enfrentan una combinación adversa: varios años de precios internacionales a la baja y el incremento del premio, que pasó de USD 40 –45 (solo el año pasado) a aproximadamente USD 60 actualmente, sin justificación clara.
“No somos depósitos de las multinacionales”
Aurio Frighetto, presidente de la filial Alto Paraná Norte, recordó que en contextos normales el premio oscilaba entre USD 30 y 35. Agregó que las fluctuaciones también responden a factores externos, como los cambios impositivos en Argentina, que es el principal comprador. “Antes del gobierno de Milei, las industrias argentinas pagaban impuestos elevados y optaban por la soja paraguaya. Hoy, con la reducción de tributos, perdimos ese atractivo y pareciera que nos ven solo como un depósito”, cuestionó Frighetto.
“Necesitamos que se mire al Paraguay de otra manera: no somos depósitos de las multinacionales, somos el quinto mayor productor y cuarto mayor exportador mundial de granos”, enfatizó.
Frente a este escenario, los referentes de la CAP coinciden en la necesidad de abrir nuevos mercados más competitivos y con mayor equilibrio en las condiciones de negociación. Marcio de Souza, presidente de la CAP Itapúa, advirtió que la expansión de la producción global está generando un mercado con mucha oferta y pocos compradores, lo que presiona aún más los precios.
En ese contexto, consideran prioritario diversificar destinos de exportación. Los representantes recalcaron que el productor ya no está en condiciones de asumir descuentos tan elevados, que se suma a los efectos de las sequías recurrentes, los bajos precios y la suba generalizada de insumos, lo que deja a los agricultores con escasa capacidad para cumplir sus compromisos financieros, atender sus necesidades y continuar invirtiendo en el campo.