En la cumbre celebrada el 20 de diciembre, Brasil traspasó la presidencia pro témpore del bloque a Paraguay. Los presidentes coincidieron en la necesidad de destrabar el acuerdo con la Unión Europea, aunque expresaron distintos matices de frustración por la falta de avances tras más de dos décadas de negociaciones.
El presidente de Paraguay sostuvo que el Mercosur debe mantener su vocación de concretar el acuerdo con la Unión Europea, pero alertó que esa espera no puede ser pasiva ni excluyente. Para graficar la situación, recurrió reiteradamente a una metáfora: “Creo que todos los aquí presentes nos sentimos como el novio en el altar cuando la novia no se presenta”, dijo, al recordar que las negociaciones llevan más de 25 años sin una conclusión definitiva.
Luiz Inácio Lula da Silva señaló que, tras “26 años de negociaciones, esperábamos firmar finalmente el acuerdo de asociación con la Unión Europea”, un acuerdo que desde 2023 se ha trabajado para que “contribuya al desarrollo económico del MERCOSUR, sin afectar las políticas industriales y los incentivos a la innovación, y sin perjudicar a sectores sensibles”. Explicó que el bloque aceptó “la adopción de cuotas para los productos agrícolas y el establecimiento de un mecanismo de salvaguardia, que proteja nuestro derecho a la reciprocidad”, logrando así un acuerdo “ventajoso para ambas partes” que también envía “un mensaje importante al mundo en defensa del multilateralismo y fortalece nuestra posición estratégica en un panorama global cada vez más competitivo”.
Lamentó que “Europa aún no ha tomado una decisión”, pues “los líderes europeos han pedido más tiempo para discutir medidas adicionales de protección agrícola”, aunque agregó que “ayer recibí una carta de los presidentes de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, en la que ambos expresaban su expectativa de ver el acuerdo aprobado en enero”. Lula destacó que “sin la voluntad política y el coraje de los dirigentes no será posible concluir una negociación que ya dura 26 años”, mencionó las dificultades con la posición histórica de Francia y el problema reciente de Italia, pero expresó su confianza en que “el acuerdo se concretará y espero que sea firmado, quizás, durante el primer mes de la presidencia de Paraguay”, asegurando que esto será “para el bien de nuestro MERCOSUR, para el bien del multilateralismo y para el bien del desarrollo de nuestro país”.
Javier Milei: “Nuestros países no tienen 10 años más para desperdiciar en discusiones administrativas”
El presidente de la Argentina Javier Milei también se refirió al tema reclamando la extrema lentitud del proceso: “La relación con la Unión Europea es un caso testigo de esa lentitud, porque tras décadas de negociaciones no hemos podido terminar de materializar un acuerdo comercial. El tamaño y complejidad de los bloques y la existencia de actores con capacidad de veto opuestos a la competencia dilata una relación que debería haberse establecido hace años por la complementariedad de nuestros mercados. Nuestros países no tienen 10 años más para desperdiciar en discusiones administrativas. El tiempo que nos ha llevado estos acuerdos no responde a los desafíos que tenemos por delante y no responde a las necesidades económicas de nuestras naciones. El tiempo de la oportunidad económica es siempre breve y no puede subordinarse a la eternidad de la burocracia y la política.”
Uruguay expresó su “Desilusión” por la falta de firma del acuerdo con la Unión Europea
El presidente de Uruguay Yamandú Orsi por su parte, expresó su “desilusión” por no haber podido concretar en esta instancia la firma del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, tal como estaba previsto. Indicó que ello no fue posible debido a la falta de consensos internos dentro de la Unión Europea y señaló que Uruguay quedará a la espera de que el bloque europeo finalice sus trámites internos para que, posteriormente, la presidencia pro tempore del Mercosur, en coordinación con los Estados parte, evalúe los próximos pasos para la firma de ese acuerdo estratégico.
