Decenas de agricultores franceses bloquearon el tráfico el lunes 22 de enero, en una autopista a las afueras de Perpiñán, en protesta por las normas europeas y en demanda de mayores salarios, según un informe de euronews.
En una rueda de prensa en París, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, señaló que había dado instrucciones a las autoridades locales para que no enviaran fuerzas policiales a disolver la manifestación. “Quiero asegurarles mi apoyo político”, indicó Darmanin a los periodistas.
Investing informó que el 25 de enero, los agricultores franceses dañaron productos alimentarios que llegaban en camiones desde fuera de Francia, mientras sus protestas a escala nacional para exigir mejores salarios y condiciones de vida no mostraban signos de remitir.
BFM TV mostró imágenes de fruta procedente de España dañada en la autopista A7, en el sur de Francia. Muchos agricultores franceses se quejan de la competencia desleal que les hacen desde el extranjero.
El jueves 25 por la mañana, otro grupo de agricultores partió en un convoy de tractores por la RN12, la principal arteria viaria cerca de París, mientras los manifestantes mantenían su amenaza de acudir en masa a la capital.
NO SÓLO FRANCIA
Problemas similares han llevado a los agricultores de otras naciones europeas a tomar medidas. Grupos compuestos por infinidad de tractores han paralizado el tráfico en Alemania y Rumanía, y los agricultores también han llevado a cabo protestas en los Países Bajos y Polonia.
Los agricultores y transportistas rumanos no renuncian a sus reivindicaciones, se declaran insatisfechos con las medidas anunciadas por el Gobierno y protestan en las calles y las carreteras por decimotercer día consecutivo. En las afueras de Bucarest, la capital de Rumanía, transportistas y agricultores prosiguen con sus manifestaciones. Varias decenas de camiones y tractores seguían aparcados en el arcén de la carretera europea 85, en la localidad de Afumați.
Los manifestantes indican que no tenían motivos para ir al Parlamento, en la Plaza de la Constitución, donde se anunció una “concentración programada” que estaba aprobada por el Ayuntamiento de Bucarest.
Era el segundo día de concentración, y nadie se presentó frente al Parlamento rumano. Los manifestantes afirman que permanecerán en las afueras de Bucarest hasta que se aprueben sus peticiones. Varias decenas de transportistas formaron un piquete a la entrada del puerto de Constanța Sud-Agigea.
Están descontentos con las tasas que tienen que pagar, y se quejan de que tienen que esperar mucho tiempo para entrar en la terminal, y de que no cuentan con ningún tipo de servicios. Así, no tienen aparcamiento, ni duchas, en comparación con las instalaciones de infraestructuras similares en el extranjero.
El ministro rumano de Agricultura y Desarrollo Rural, Florin Barbu, anunció en un debate con agricultores en Târgu Mures, que pedirá la dimisión del comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski.
En Polonia, el nuevo Gobierno de Donald Tusk quiere firmar un acuerdo con Ucrania sobre el tránsito de productos agrícolas en un intento de calmar las crecientes tensiones entre los transportistas y agricultores del país.
Según el jefe del Gobierno, el acuerdo garantizaría los intereses de los agricultores polacos frente a una afluencia incontrolada de mercancías procedentes de Ucrania. Los agricultores protestaron en más de 150 lugares en Polonia.
Los agricultores de Grecia también han mostrado su descontento con los elevados costes de producción y las indemnizaciones pagadas. Los agricultores de Larissa intentaron bloquear el tráfico en la carretera nacional con tractores, mientras que en Karditsa, tras negociar con la Policía, los manifestantes decidieron romper las barricadas policiales a pie en lugar de con tractores, obligando a las autoridades a detener todo el tráfico en la E65.
Los agricultores reclaman indemnizaciones del 100% por las pérdidas de cosechas debidas a catástrofes naturales y enfermedades, así como la construcción de infraestructuras para proteger la agricultura de los fenómenos meteorológicos extremos y la limpieza de desagües y pasos subterráneos de puentes para evitar futuras inundaciones.