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Industrias piden convertir el principal rubro agrícola en la clave para el desarrollo industrial.

La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales CAPPRO reitera su pedido de medidas políticas que impulsen a la industria en su último boletín estadístico mensual que incluye las conclusiones en base a su trabajo.

Recordando que las últimas estimaciones para la cosecha de soja en este 2024 la ubican en torno a los 10,47 millones de toneladas, con lo que alcanza niveles cercanos a su nivel máximo potencial en la actualidad. Comenta que sin embargo, un crecimiento en la producción de esta oleaginosa no supone necesariamente una variación similar en su industrialización ni una mejora en el aprovechamiento de la capacidad instalada de las agroindustrias nacionales.
“Es más, históricamente hemos observado que los altos volúmenes de producción no se han traducido en un aumento similar en la actividad industrial asociada, manteniéndose el porcentaje de la cosecha que se procesa en torno al 30-35%”, informan.

Foto: A&N.

Y sigue indicando: “Desde la CAPPRO siempre hemos destacado que si buscamos aprovechar de una mejor manera la producción y convertir a nuestro principal rubro agrícola en un elemento clave para nuestro desarrollo industrial, es esencial implementar una política industrial y reglas claras. Esta debe enfocarse en mejorar la competitividad del sector, colocándolo en igualdad de condiciones con las fábricas de otros países y aprovechando al máximo el potencial de toda la cadena de valor, apuntando a convertir la proteína vegetal en proteína animal y el aceite en biodiesel y otros productos”.

Las propuestas de CAPPRO
Entre las medidas claves de esta política industrial la CAPPRO destaca: la equiparación tributaria de la industria aceitera con otras industrias del país, ya que es la única que no recibe la devolución de su IVA crédito al exportar productos industriales; el establecimiento de un régimen ágil y sencillo de admisión temporaria para la importación de materias primas que permita aprovechar de mejor manera la capacidad instalada; intensificar la lucha contra el contrabando, ya que es una amenaza permanente no solo para las empresas formales sino también parala salud pública; continuar los trabajos para demostrar la sustentabilidad de nuestra producción y cumplir con las exigencias de los mercados compradores; asegurar la navegabilidad en la hidrovía Paraguay-Paraná durante todo el año.
El gremio indica que este 2024 nos vuelve a ofrecer una gran oportunidad para impulsar la industrialización de nuestras oleaginosas y consolidar nuestra posición como proveedores de clase mundial de alimentos y energías de gran calidad, generando mayores beneficios para todos dentro de nuestro país. Pero, para aprovechar al máximo este potencial, es imperativo implementar una política industrial integral que aborde los desafíos y aproveche las oportunidades de manera efectiva.

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