La CAPPRO expresa su preocupación por el destino del aceite que es robado de barcazas que pueden ser reempaquetados en recipientes de marcas ya establecidas en el mercado y comercializados como tales, para engañar a los consumidores, expondiendo su salud al peligro.
Las industrias asociadas a la CAPPRO denuncian que sufren permanentemente el robo de mercaderías que se encuentran en tránsito por la hidrovía hacia su destino final, este hecho, junto con el contrabando, son flagelos que aseguran vienen denunciando hace varios años por lo que solicitan una solución de raíz.
El perjuicio económico es grave, ya que en muchos casos, al reemplazar la mercadería robada por agua u otros cuerpos extraños se contamina la carga y además la misma sufre penalizaciones por mala calidad o es directamente rechazada, indican.
Otra preocupación de la Cámara es el destino del aceite que es robado de barcazas, ya que se teme que sea “refinado” en instalaciones clandestinas y sin cumplir con los procesos mínimos para asegurar su inocuidad, pudiendo incluso, ser reempaquetados en recipientes de marcas ya establecidas en el mercado y comercializados como tales, engañando y exponiendo a los consumidores.
“A pesar de que las empresas transportadoras realizan grandes inversiones en tecnología y procesos para intentar prevenir estas situaciones (lo que se traduce en la tarifa, impactando la competitividad de los productos transportados), el esfuerzo aislado del sector privado no es suficiente para enfrentar a grupos organizados dedicados al robo y contrabando”, enfatizan en un comunicado.
“Estamos convencidos de que para mejorar nuestra competitividad como país e ir erradicando los altos niveles de inseguridad y otros problemas que se sufren en la hidrovía, la principal vía de conexión comercial del Paraguay al mundo, se debe trabajar en una solución integral a futuro, desarrollando un plan maestro para nuestras vías navegables”, concluyen.