El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO presentó un incremento de 3 puntos (2%) respecto al mes anterior y un aumento de 35,1 puntos (29,1%) en comparación con el mismo mes del año pasado. La fuerte demanda mundial de aceite de soja y las preocupaciones sobre la escasez de oferta en los próximos meses han sostenido los precios.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO alcanzó en febrero un promedio de 156 puntos, esto es, 3 puntos (un 2%) más que el mes precedente y 35,1 puntos (un 29,1 %) por encima del nivel alcanzado un año antes, según lo revelado en el informe de índice de precios de alimentos del organismo.
Este incremento del índice, indica la FAO, obedeció al aumento de las cotizaciones de los aceites de palma, colza, soja y girasol. Tras un breve descenso en enero, los precios internacionales del aceite de palma repuntaron moderadamente y se mantuvieron por encima de los aceites competidores.
Acotan que el aumento se debió en gran medida a la disminución estacional de la producción en los países productores de Asia sudoriental y a las expectativas de una mayor demanda en Indonesia por parte de la industria del biodiésel.
Por otra parte, los precios mundiales del aceite de soja aumentaron a raíz de la firme demanda mundial, sobre todo por parte del sector alimentario. En el caso de los aceites de girasol y colza, los precios se vieron respaldados principalmente por la preocupación ante la probabilidad de una mayor escasez de la oferta en los próximos meses.