Uso de los microorganismos eficaces para optimizar la producción de forrajes en el sistema pecuario.

El verdadero origen de muchos problemas en la agricultura y ganadería radica en el manejo adecuado del suelo. “Un suelo sano es clave para obtener un forraje de calidad, rico en nutrientes orgánicos, que permita a los animales aprovechar mejor los alimentos”, expresó el Dr. Rudy Gaona durante una disertación en la Primera Edición de la Feria Agropecuaria San Pedro.

El uso de la tecnología EM1 ha demostrado ser una herramienta innovadora en la mejora de la producción forrajera. Durante una disertación a cargo de Rudy Gaona, representante comercial de los productos EM1 en la Primera Feria Agropecuaria San Pedro, el profesional expuso los beneficios de esta tecnología biológica que optimiza diversos procesos fermentativos en la producción de forrajes y en la salud del suelo y los animales.

Gaona explicó que el verdadero origen de muchos problemas en la agricultura y ganadería radica en el manejo adecuado del suelo. “Un suelo sano es clave para obtener un forraje de calidad, rico en nutrientes orgánicos, que permita a los animales aprovechar mejor los alimentos”, señaló. Según su experiencia, el uso de EM1, un probiótico y antioxidante compuesto por microorganismos como bacterias lácticas, levaduras y bacterias fototrópicas, es fundamental para mejorar todos los tipos de fermentación que ocurren en el silo, el rumen animal, las heces y los efluentes.

“Desde el silo hasta el manejo de residuos orgánicos, estamos optimizando hasta cuatro fermentaciones, lo que tiene un impacto positivo en la eficiencia del sistema pecuario”, añadió Gaona, quien resaltó que la tecnología EM1 ha sido fundamental en la implementación de prácticas de agricultura y ganadería regenerativa. En este sentido, destacó el enfoque sustentable de esta tecnología, que se adapta tanto al suelo como a la dieta animal, garantizando la salud de los animales, el medio ambiente y la calidad de los forrajes.

El Poder de la Fermentación: Transformación y Mejora de Forrajes.

La fermentación juega un papel esencial en la producción de forraje y en la conversión de materia orgánica en nutrientes aprovechables. Gaona subrayó que la fermentación no solo es un proceso biológico milenario, utilizado en productos como pan, vino y yogurt, sino que también es crucial en la pecuaria. “Estamos en un negocio fermentativo: desde el silaje de maíz hasta el rumen bovino y la compostura de residuos orgánicos”, explicó el experto.

Una de las principales ventajas de EM1 es su capacidad para generar sustancias bioactivas como aminoácidos, vitaminas, enzimas y antioxidantes, mejorando la digestibilidad del forraje y la calidad nutricional de la dieta animal. Al ser un antioxidante 100 veces más potente que la vitamina C y E, EM1 ayuda a prevenir la oxidación, una de las principales causas de malos olores y la proliferación de patógenos y moscas en los sistemas pecuarios.

El uso de EM1 no solo favorece la calidad del forraje y la eficiencia de la alimentación, sino que también contribuye a la reducción de enfermedades metabólicas comunes en los animales, como la acidosis y el meteorismo. “Un animal sano es más eficiente en la conversión de alimentos, y eso se traduce en mayor rentabilidad para el productor”, afirmó Gaona.

Sistemas Eficientes y Sostenibles: El Futuro de la Pecuaria.

La implementación de la tecnología EM1 también permite reducir la necesidad de productos químicos y antibióticos en la ganadería, favoreciendo un enfoque más natural y sostenible. “Menos químicos, menos antibióticos, es una premisa clave para garantizar un ambiente más saludable para los animales y para los humanos”, destacó.

En cuanto al proceso de conservación de forrajes, Gaona enfatizó la importancia de la planificación y el manejo adecuado del silo, donde la tecnología EM1 juega un rol clave. Gracias a su formulación líquida, los microorganismos vivos de EM1 actúan rápidamente sobre el forraje, favoreciendo la fermentación y reduciendo la presencia de hongos indeseables que pueden generar micotoxinas, dañinas tanto para los animales como para el ambiente.

“Un silo bien conservado, con la ayuda de EM1, permite obtener un forraje de alta calidad, mejorando la eficiencia de la producción y reduciendo pérdidas de materia seca”, concluyó Gaona.

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