El presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Rafael Ferber, defendió con firmeza la posición de su país de mantenerse como territorio libre de fiebre aftosa con vacunación, subrayando que cualquier cambio en esta política sanitaria podría tener consecuencias económicas y sociales de gran magnitud para Uruguay. Ferber habló durante el “Conversatorio Estratégico Internacional: Fiebre Aftosa y el Futuro de la Vacunación Regional” desarrollado durante la Expo Paraguay ARP 2025.
“Nosotros vamos a hablar de la situación de Uruguay, somos muy respetuosos de lo que haga cada país, en su interna, pero también entendemos que a veces las decisiones políticas y técnicas son contagiosas, por lo cual venimos acá a defendernos también, tenemos que dejarlo claro y a dar la óptica y a contar un poco la realidad uruguaya desde nuestra visión la visión de la ARU”, sostuvo Ferber.
El dirigente recordó que Uruguay fue libre de aftosa sin vacunación entre 1995 y 2001. Sin embargo, el foco registrado en 2001 implicó una pérdida de 730 millones de dólares, equivalente al 32% del total exportado entre 1995 y 2011, perdiendo en un año lo cosechado en varios.
“A partir de ese foco y hasta hoy, Uruguay no ha tenido circulación viral. Vendemos carne con hueso a Israel, lengua a Japón, accedimos a los principales mercados del mundo con vacunación. La discusión está cerrada”, afirmó.
En 2022, Uruguay exportó carne por 2.500 millones de dólares, cifra equivalente a lo exportado en siete años dos décadas atrás. En 2024, el 88% de la carne sin hueso uruguaya se destinó a mercados como Estados Unidos, China, la Unión Europea, Israel y Brasil. Según Ferber, los eventuales mercados por conquistar, como el sudeste asiático y Medio Oriente, no tienen como limitante el estatus sanitario actual.
El presidente de la ARU también advirtió que el costo de vacunar es menor que el de realizar controles epidemiológicos sin vacunación. “Sabemos nuestras debilidades. Nosotros vacunando, vacunamos bien; controlando, no somos buenos. Tenemos que tenerlo claro”, expresó.
Ferber señaló además que ante la aparición de un foco, un rodeo inmunizado permite una respuesta más rápida. Citó como ejemplos negativos a Indonesia, que pasó de ser libre sin vacunación a una situación endémica en pocos años, y a Corrientes (Argentina), que logró controlar un brote en 2007 gracias a la inmunización previa.
Sobre el contexto regional, el titular de la ARU comparó a Uruguay con Brasil, que representa el 32% de las exportaciones de carne del mundo, mientras que Uruguay representa solo el 4%. “A nosotros nos agarra un foco y pasamos un año fuera de los mercados. Uruguay tiene un mercado interno del 30%, debemos exportar el 70%, no podemos segmentar zonas como Brasil. Nuestra sensibilidad al problema es mucho mayor”, argumentó.
En cuanto al plano político, Ferber alertó sobre el “riesgo de contagio político” en decisiones sanitarias. “Los políticos necesitan mostrar logros, y si un país vecino deja de vacunar y lo presenta como un logro, es probable que nuestros propios políticos quieran imitarlo. Vivimos en campaña electoral permanente”, dijo.
Ferber insistió en que Uruguay no tiene nada que ganar en cuanto a mercados si deja de vacunar, pero sí mucho que perder. “El novillo vale hoy USD 5,30 por el trabajo comercial, la industria sana y una exportación en pie que no nos deja de rehenes. Esa es nuestra fortaleza. Discutir dejar de vacunar debilita nuestra posición internacional y genera incertidumbre en los productores”, subrayó.
El presidente de la ARU instó al gobierno a asegurar una vacunación correcta, con disponibilidad de cepas de calidad y seguros ante eventuales cambios sanitarios. “No debemos tomar atajos para mejorar otros sectores a costa del producto emblema de Uruguay”, sentenció.
Por su parte, Jorge Bonino, representante de Uruguay en la OMSA, que también llegó desde Uruguay para participar de este conversatorio, destacó que el país logró avances tras 12 años de trabajo conjunto entre sector público y privado para mejorar el acceso de los ovinos a mercados internacionales. “Se obtuvieron beneficios concretos como precios diferenciales. La relación costo-beneficio fue excelente. No fue fácil, pero valió la pena”, indicó insistiendo al auditorio, mayoritariamente paraguayo en que pongan énfasis en la continuidad de la alianza público privada.
Ambos referentes coincidieron en que el único estatus que debe reconocerse es “libre de aftosa”, sin aditamentos. Uruguay, afirman, tiene ganado inmunizado, sin circulación viral, y esa es la condición que debe defenderse en todos los foros diplomáticos y comerciales.