Hace más de tres décadas, Jorge Velázquez y su familia tomaron una decisión que marcaría el rumbo de su vida: mudarse al campo en Ciudad del Este. Lo que comenzó como un proyecto familiar para criar caballos para la diversión de sus hijos, se transformó en un próspero negocio en la cría y entrenamiento de caballos de salto de alta competencia.
“Mi familia empezó hace 30 años en Ciudad del Este. Dijimos, vamos a vivir en el campo y comenzamos con una casa quinta fuera de la ciudad”, comenta Jorge Velázquez, propietario de Haraz VZ. “Lo primero que pensamos fue que necesitábamos un caballo para que los chicos pudieran montar y si vas a tener un caballo, debe tener pareja, así comenzó todo”, recordó.
La historia de la familia en el mundo de los caballos empezó con la raza árabe, caballos que adquirieron en la Expo de Mariano Roque Alonso, atraídos por su belleza y porte. Con el tiempo, la familia creció y adquirió más caballos, llegando a tener entre 30 y 40 caballos árabes. En ese proceso, Jorge Velázquez se sumó a la Asociación de Criadores de Caballos Árabes del Paraguay en donde llegó a ser elegido presidente, ocupando el cargo durante cuatro años. “No puedo olvidar a mi campeón” dijo rememorando que logró el título durante seis años consecutivos en la exposición más importante del país.
“Fueron momentos emocionantes y hermosos”, recuerda Jorge. “En ese entonces, aprendimos todos a montar, mi señora, mis hijos, y así fue como comenzó nuestra aventura en la equitación”.
La incursión en el hipismo.
Fue así que con el aprendizaje del hipismo y la cría de caballos en paralelo, con el paso de los años, la familia se dedicó también a la cría de caballos de salto. “Ya teníamos toda la infraestructura, entonces decidimos criar caballos de salto”, explica Jorge. Para empezar, trajeron yeguas importadas de silla argentina y comenzaron a inseminar con semen europeo, una de las claves del éxito en la cría de caballos de salto. “La genética es lo más importante. Europa es el horizonte para estas razas de caballos saltadores, donde nacen los caballos con el porte necesario para competir en saltos de alto nivel”, comentó.
A día de hoy, tras 14 años en la cría de caballos de salto, Haraz VZ ha logrado una notable reputación en el mundo ecuestre paraguayo que se mantiene en constante crecimiento, caballos criados por ellos ya están saltando en Buenos Aires Argentina y en Foz de Yguazu Brasil.
El proceso de criar caballos de salto es complejo y costoso. “La inversión es alta”, explica Jorge, quien menciona que la primera gran inversión de su familia fue la construcción de un galpón grande y la edificación de 28 caballerizas. “Lo primero fue asegurar que los caballos tuvieran un lugar adecuado para descansar. Luego, vinieron los gastos en genética, entrenamiento, personal y equipamiento para garantizar la salud y el rendimiento de los caballos.”
Además del aspecto económico, la cría de caballos de salto requiere pasión, trabajo constante y dedicación.
La cría de caballos de salto no es barata. La inseminación con semen congelado de alta calidad, que puede costar entre 5.000 y 10.000 dólares, es uno de los primeros gastos. “Cuando una yegua queda preñada, debes invertir no solo en la inseminación, sino en su cuidado durante todo el embarazo. Al final, tienes un caballo recién nacido que ya te costó entre 3.000 y 4.000 dólares solo en gastos iniciales”, detalla Jorge.
A medida que los caballos crecen y se entrenan, los costos siguen aumentando. “Un caballo que llega a la pista de salto a los 4 o 5 años puede llegar a costar entre 7.000 y 8.000 dólares solo en gastos de entrenamiento”, explica Jorge. “Al alcanzar los 6 o 7 años, si el caballo salta un metro o más, su valor aumenta considerablemente. Un caballo que salta 1,20 metros en pista en Paraguay puede valer entre 20.000 y 25.000 dólares”.
“Hay que saber qué características buscar para criar un campeón”
El productor de equinos dejó algunos consejos para aquellos que desean iniciarse en la cría de caballos de salto: “Lo ideal es empezar con yeguas que ya tengan un historial de salto competitivo y combinarlo con un buen padrillo reconocido”, dijo, y acotó: “Cada caballo es único, y hay que saber qué características buscar para criar un campeón”.
Según el criador de caballos de salto, tanto las hembras como los machos tienen el mismo potencial de salto. “Yo creo que en el mundo de la equitación, como en el mundo del deporte en general, puede brillar perfectamente bien una yegua, como un caballo castrado o un caballo entero. Si mirás las estadísticas en el mundo hay más castrados que enteros por la razón del brío del caballo, pero en general, para mi es igual, tanto hembra como macho pueden ser grandes campeones”.
Durante la entrevista, Velázquez dejó ver su preferencia por las hembras, que considera fundamentales para el éxito de la cría. “Una yegua no solo tiene el potencial de ser una gran atleta, sino que también puede ser madre. Tener una yegua en tu establo te da un plus”, asegura Jorge.
Alto potencial: en la producción y en el deporte.
A pesar de los desafíos, Jorge ve un futuro prometedor para el hipismo en Paraguay. “Hay mucho potencial, y la creación de una asociación de criadores de caballos de salto podría ser clave para el crecimiento del sector”, señaló, invitando a criadores a reunirse para lograr registrarse en la Asociación Rural del Paraguay (ARP). Con caballos como los nietos de Baloubet du Rouet, campeón olímpico, la familia Velázquez está lista para hacer crecer el nombre del caballo paraguayo en el mundo.
Sobre a quiénes vender, el mercado seguirá creciendo, asegura Jorge, recordando que la Federación Ecuestre del Paraguay que regula y organiza a los clubes y jinetes en el país, actualmente cuentan con unos 300 jinetes registrados y hay clubes en diversas regiones, como el norte, el Chaco y Ciudad del Este, que permiten a los jinetes entrenar y desarrollar sus habilidades.
Jorge Velázquez compartió todos estos datos con A&N en vivo en ocasión del Primer Remate de Caballos de Salto realizado por El Rodeo S.A. el pasado sábado 30 de noviembre. Participaron junto con Haraz VZ. Haraz Caliope y como invitado, Haraz San José.