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Productores del Mercosur sufren las bajas del valor del ganado sin que ésta se refleje en las góndolas.

El precio del novillo por kilo al gancho en el mercado local se ubicó en un promedio de USD 3.10 kg/gancho al 27 de agosto según el informe de la Comisión de la Carne de la Asociación Rural del Paraguay (ARP). Existen bonificaciones del 3% al 5% para producciones de confinamiento, a pasto y mayor volumen.  Bonificaciones del 1% para vaca. Un análisis regional indica que los índices de aumento del ganado gordo han estado por debajo de los índices de los aumentos de la carne en las góndolas al consumidor no solo en Paraguay, sino toda la región.

El precio del novillo para la Unión Europea cotizó en USD 3.15 y para Chile USD 3.10 kg/gancho. Esta cotización se encuentra por debajo del promedio de medio año atrás cuando la ARP registraba USD 3.30.

En la revisión regional, solo Brasil tiene un promedio en dólares menor que nuestro país ubicándose en USD 3.01 kg/gancho. Uruguay tiene el mejor promedio de pago al productor con USD 4.08 kg/gancho y Argentina está en USD 4.07 kg/gancho.

El análisis regional de Agroinforme Mercosur, indica que durante los primeros 8 meses del presente año, los índices de aumento del ganado gordo han estado por debajo de los índices de los aumentos de la carne en las góndolas al consumidor y que esta situación ocurre en los 4 países de la región, donde los más afectados terminan siendo productores y consumidores.

“Como generalmente ocurre años tras años, los productores sufren las bajas del valor del ganado sin que esa baja se refleje en las góndolas, por otra parte, cuando se registra un aumento en el valor del ganado, de inmediato se traslada ese aumento al consumidor en la góndola. Se estima que la diferencia porcentual de aumento entre el valor de la carne en la góndola y la del ganado gordo se ubica entre 10 y 12%.”, indica el análisis.

Reflexión que concluye que “A esto se le suma la considerable pérdida del poder adquisitivo en la región, hecho que provocó una relevante caída del consumo de carne vacuna en la población, redireccionando el consumo hacia la carne de pollo o cerdo por registrar menor valor”.

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