Enlistando argumentos técnicos y financieros sobre por qué Paraguay no debe dejar de vacunar aún contra la fiebre aftosa, Werner Schroeder, Pdte. ARP Regional Boquerón, pidió al Senacsa no ignorar el elemento subjetivo que incluye esta temática, puesto que aún pesa el recuerdo de las pérdidas del 2011: “Esto no hay que menospreciarlo. Sabemos, por ejemplo, que el sarampión no existía en Paraguay y hace poco apareció en San Pedro. Esto mismo sienten los productores: tienen miedo porque podría pasar”, insistió.
Al iniciar su declaración, Schroeder insistió en darle al Senacsa el mérito que le corresponde; destacó que el sistema sanitario animal del país ha avanzado significativamente gracias al trabajo de la entidad y a la gestión de su presidente, lo que permitió abrir mercados internacionales para la carne paraguaya. “Todos en la ruralidad valoramos estos logros”, enfatizó.
“Solamente que los productores en este momento se sienten un poco sorprendidos, por llamarlo así, ante la posibilidad de levantar próximamente la vacunación”, comentó, enlistando concretamente a continuación las preocupaciones de los ganaderos paraguayos:
.- A uno de los factores lo llamó el “elemento subjetivo” o la “psicosis del 2011”, recordando que los productores realmente han sufrido y por esto no se sienten seguros; “esto no hay que menospreciarlo y debemos trabajar con ellos. Sabemos, por ejemplo, que el sarampión no existía en Paraguay y hace poco apareció en San Pedro. Esto mismo sienten los productores: tienen miedo porque podría pasar”, explicó.
.- Otro punto es el SIAP, los recursos y el tiempo que requiere: “Este año hemos empezado en Paraguay la implementación de la identificación animal. Este es un proceso que va a requerir varios años, al menos tres, para que gran parte del hato ganadero esté identificado. Creemos que es un elemento muy importante a tener en cuenta cuando hablamos de levantar la vacunación, porque, ante cualquier evento, la identificación animal es clave para delimitar una zona o un área de riesgo”, argumentó.
.- A esto se suma el factor recursos financieros: “La cuestión no es designar por ley o decreto que habrá un fondo o recursos de emergencia; considero que estos fondos deben estar disponibles porque, al surgir un evento, debe existir un protocolo claro sobre cómo actuar, cómo reaccionar y cómo gestionarlo, y eso aún no lo tenemos definido”, justificó.

“Merecemos un tiempo para observar de cerca a nuestros vecinos”
El presidente de la ARP Regional Boquerón aprovechó para realizar una sugerencia de observación regional, antes de tomar cualquier acción en Paraguay:
“Todos consideramos, o dudamos, del nivel sanitario que realmente tiene Bolivia, por lo que también creo que merecemos un tiempo para observar de cerca a nuestros vecinos y evaluar cómo se comporta la situación”, dijo, asegurando que de su parte no quiere arriesgarse a sugerir un periodo de tiempo para concretar el levantamiento de la vacunación antiaftosa, pero asegurando inmediatamente que sí, es consciente de que eventualmente, Paraguay también debe hacerlo.
Sobre los argumentos que aparecieron en la prensa paraguaya que aseguran que quienes se oponen a levantar la vacunación en Paraguay lo hacen porque perderían un negocio millonario, Schroeder declaró: “Quiero dejar en claro que la vacunación en Paraguay es la más barata de toda Sudamérica, por lo que, lógicamente, eso no aplica” y acotó: “Tampoco dejar de vacunar significa que no habrá más gastos: la vigilancia sanitaria que se debe aplicar también tiene su costo, no es gratis, y eso también debe tenerse en cuenta”.
Schroeder se expresó de esta manera durante la conferencia de prensa que reunió, en el salón Germán Ruiz de la Asociación Rural del Paraguay, a representantes de las 20 regionales de la rural para manifestar en total unidad su total oposición al levantamiento apresurado de la vacunación antiaftosa en Paraguay.