La iniciativa “Paisaje Productivo Protegido” (PPP), impulsada por la Wildlife Conservation Society (WCS), avanza en Paraguay con el objetivo de certificar las prácticas agrícolas y ganaderas que respeten la biodiversidad y los recursos naturales. Con el sello Mbarete Paraguay busca certificar la producción sostenible. El piloto de la iniciativa se trabajó con Neuland para la producción de carne vacuna.
La iniciativa “Paisaje Productivo Protegido” (PPP), que busca combinar producción agrícola y ganadera con la conservación de la biodiversidad, ha dado un paso importante en Paraguay. Este sello, impulsado por la organización Wildlife Conservation Society (WCS), promueve una producción responsable que respeta la fauna local y conserva los recursos naturales. El sello en Paraguay avanza con el término “Mbarete”, que según explicaron sus impulsores, refleja la fuerza y resiliencia del productor paraguayo y sobre todo del productor chaqueño, que es protagonista de esta apuesta por la certificación de la producción sostenible en nuestro país.
PPP es definido como un concepto y una herramienta estratégica que comenzó en Argentina con ProYungas. Según María del Carmen Fleitas, directora de WCS Paraguay, esta propuesta busca ser una representación tangible de la armonía entre conservación y producción, destacando el respeto a la vida silvestre como un valor agregado al proceso productivo.
El modelo de PPP, está diseñado para extenderse a diferentes productos, aunque el piloto en Paraguay se implementa con la carne vacuna. El objetivo es lograr que más productores se sumen a este modelo y obtener el reconocimiento de un mercado que valore los esfuerzos de conservación.
Demostrar lo que ya se hace bien
La gerente de programas de WCS, Laura Villalba, explicó que Paraguay, siendo uno de los mayores exportadores de carne a nivel mundial, ha tenido históricamente un desafío en cuanto al impacto de la producción sobre los recursos naturales. Sin embargo, destacó que muchos productores están adoptando mejores prácticas ganaderas, entendiendo que la sostenibilidad de sus tierras depende de la preservación de su biodiversidad. “La certificación PPP es una forma de demostrar que la producción se realiza de manera responsable, en armonía con los ecosistemas”, afirmó Villalba.
La clave del modelo PPP es la trazabilidad. A través de un código QR en los productos, los consumidores podrán verificar el origen del producto y su compromiso con la sostenibilidad. “Es un paso fundamental para asegurar que la producción no solo sea más eficiente, sino también respetuosa con el medio ambiente”, destacó Fleitas.
El proceso de certificación, que incluye auditorías tanto en las propiedades productivas como en las industrias que procesan los productos, garantiza que el producto final cumpla con los estándares de sostenibilidad establecidos. Según detalló Villalba, este esfuerzo también tiene un componente educativo, ya que se busca que los consumidores valoren y prefieran los productos que demuestran un impacto positivo en la conservación.
El programa PPP ha sido adoptado por diferentes países de América Latina, como Argentina, Chile, Bolivia y Brasil. En Paraguay, la cooperativa Neuland ha sido pionera en la implementación de este modelo, con ellos se desarrolló el piloto. La expectativa es que, a partir de marzo de este año, la carne certificada con el sello PPP llegue a las góndolas de los supermercados, aunque inicialmente en una cantidad limitada.
Si el modelo tiene éxito, se espera que la demanda de carne certificada PPP aumente significativamente, lo que impulsaría a más productores a sumarse a esta iniciativa. Este esfuerzo, según las autoridades de WCS, representa una gran oportunidad para Paraguay de posicionarse como líder en la integración de la producción y conservación a nivel internacional.