Las exportaciones paraguayas de carne vacuna enfrentan una reconfiguración de mercados en 2025, con descensos en destinos tradicionales como Chile, Rusia y Brasil, y un fuerte repunte en países como Estados Unidos, Israel y Taiwán, indican analistas sobre nuestro país. El dinamismo de los mercados no tradicionales y la firmeza de la demanda en la Unión Europea y Norteamérica sostienen precios históricamente elevados, pese a la presión de China por forzar bajas en las cotizaciones.
Países que tradicionalmente son destinos de la exportación paraguaya, como Chile, Rusia y Brasil, redujeron sus compras este año. El caso más relevante es el de Chile, con una caída anual del 10%, aunque se mantiene como el principal mercado, con 77.265 toneladas en el acumulado anual, equivalente al 31% del total, indica un análisis Everdem en su boletín mensual.
En contraste, otros destinos de gran importancia registraron aumentos: Taiwán (+38%), Israel (+39%) y Estados Unidos (+77%). En este último caso, las exportaciones habían caído con fuerza en junio y julio, pero repuntaron en agosto con 2.377 toneladas, casi cuatro veces más que el mínimo de julio —cuando la incertidumbre por la política arancelaria estadounidense era máxima—, aunque aún por debajo de los volúmenes de los primeros meses del año.
Entre los mercados considerados no tradicionales, Ghana, Canadá y Albania se destacan con incrementos anuales muy significativos. A nivel global, el mercado internacional se mantiene firme, con dos focos de demanda principales: Estados Unidos y la Unión Europea, a los que China se ve obligada a acompañar. La intención de los importadores chinos de reducir drásticamente sus precios de compra, luego de la suba arancelaria al producto brasileño en Estados Unidos, tuvo un éxito limitado. Los precios corrigieron un nivel, pero siguen en valores históricamente altos.
Dos de los tres grandes polos de demanda internacional de carne vacuna, la Unión Europea y Estados Unidos, sostienen precios superiores a los US$ 8 por kilo carcasa. La escasez de oferta interna en ambos mercados impulsa fuertes necesidades de importación y garantiza fluidez en las ventas hacia esos destinos. Uruguay constituye un ejemplo claro: los ingresos de divisas por exportaciones a Estados Unidos y la Unión Europea crecieron más del 50% en el acumulado de enero a agosto respecto al mismo período del año anterior.