Así lo aseguró Manuel Ferreira durante el conversatorio “El San Pedro que se viene”, realizado en el tercer día de la Segunda Feria Agropecuaria San Pedro. El encuentro, desarrollado en el Salón Auditorio del predio ferial Prof. Dr. Arsenio Vasconsellos, reunió a referentes del agronegocio y la economía regional y nacional, con la moderación de Fernando Escobar. Ferreira compartió panel con Edson Mazzeto, gerente de Alpagro; Federico Barreto, consultor especializado en suelos y productividad; y Fabián Pereira, directivo de GPSA y vicepresidente del Consorcio Feria San Pedro.
Durante su intervención, Ferreira detalló que San Pedro cuenta con una población aproximada de 355.000 habitantes, con edad mediana de 28 años, lo que lo convierte en el departamento más joven del país. Destacó que el índice de envejecimiento del 31% indica que por cada 100 jóvenes menores de 14 años hay 31 adultos mayores que no participan activamente en la economía.
El economista también señaló entre los desafíos que el departamento presenta desigualdades internas, con los distritos de Antequera y San Vicente Pancholo concentrando los mayores niveles de pobreza. Sin embargo, aproximadamente el 60% de la vida económica del departamento depende del sector agropecuario, una proporción muy superior al promedio rural de América Latina, que es del 17%, y ampliamente superior al 3% registrado en países como Argentina.
Enfatizó el impacto positivo de la conectividad en el crecimiento urbano: ciudades como San Estanislao y Santa Rosa del Aguaray se expanden al borde de las rutas, lo que permite una rápida comunicación, movilidad y acceso a distintos centros productivos y de servicios.
Según datos del censo agropecuario, San Pedro dispone de 1.800.000 hectáreas de producción agropecuaria, con predominio de agricultura y ganadería sobre unas 750.000 hectáreas. Ferreira destacó que la variabilidad climática y el estrés hídrico de los últimos años han impulsado la diversificación de cultivos, con la introducción de banana, aguacate y otros productos de alto valor, especialmente en la zona de Guayayví.
La fragmentación de las superficies agrícolas limita las economías de escala y el acceso a crédito
Un desafío estructural identificado por Ferreira es la fragmentación de las superficies agrícolas, que limita las economías de escala y el acceso a crédito. Explicó que una familia que antes manejaba 1.000 hectáreas hoy se divide en cinco unidades de 200 hectáreas, y sin la tierra como garantía, los productores enfrentan dificultades para financiar la producción.
El economista señaló que programas como los ofredicos por la gran industria Paracel en el departamento vecino de Concepción, están generando oportunidades para diversificar más allá de la ganadería, particularmente en el Bajo Chaco, donde los productores enfrentan riesgos climáticos, financieros y logísticos, como retrasos en la entrega de cosechas o precios inciertos. Esto hace necesaria la adopción de sistemas más seguros, incluyendo la agricultura bajo riego.
Considerando la importancia del rubro lechero para el departamento, en cuanto a la producción láctea, Ferreira destacó que Paraguay podría procesar hasta 6 millones de litros de leche cruda diarios, pero actualmente solo se absorben 1.800.000 litros, evidenciando un amplio margen de crecimiento. Subrayó que la leche genera ingresos diarios, a diferencia de otros cultivos o la ganadería extensiva, donde los pagos son anuales, lo que representa una oportunidad para pequeñas y medianas empresas para mejorar la calidad de vida.
Ferreira explicó que San Pedro ha sido escenario de innovación en cadenas productivas. La cadena de la banana surgió en un contexto adverso y hoy se consolidan nuevas producciones de aguacate, frutales y hortalizas, incluso para pequeños productores. Recalcó que la creación de estas cadenas requiere planificación estratégica, identificación de la demanda, coordinación con compradores, bancos, proveedores y transportistas, y cumplimiento de normas sanitarias y logísticas internacionales.
“Si bien el Estado puede incentivar la inversión, la coordinación y la iniciativa deben surgir de los propios actores del sector”
El economista también advirtió sobre la falta de infraestructura, como cadenas de frío para carne y fruta, que limita la competitividad y expansión de los productos. Subrayó que, si bien el Estado puede incentivar la inversión, la coordinación y la iniciativa deben surgir de los propios actores del sector.
Finalmente, Ferreira destacó que la tecnología es un factor crítico. A nivel de suelo, semilla y monitoreo satelital, Paraguay aún tiene espacio para mejorar. Citó que un productor promedio de leche obtiene 7 litros por vaca, mientras que en otros países se alcanza hasta 40 litros con genética y tecnología adecuadas. La coordinación, la adopción tecnológica y la planificación estratégica son esenciales para que San Pedro aproveche sus oportunidades y se consolide como un referente agropecuario a nivel nacional.
Manuel Ferreira, economista con amplia experiencia internacional, asesor de empresas y organismos multilaterales, investigador y autor de publicaciones académicas, fue también Ministro de Hacienda, aportando una visión integral sobre políticas económicas y desarrollo productivo que, según su análisis, puede transformar el futuro de San Pedro.





