“Integrar formalmente los inmuebles del Chaco al sistema económico productivo podría incrementar el Producto Interno Bruto (PIB) en un 2%, llevando el crecimiento a un promedio a largo plazo del 6%. Hoy el Chaco ya exporta mil millones de dólares y tiene el potencial para duplicar esa cifra”, dijo Francisco Ruiz Díaz, presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT) al anunciar el plan de regularización de tierras en la Región Occidental de nuestro país. Este plan busca abordar desafíos históricos y proporcionar seguridad jurídica para la inversión productiva.
En el Chaco, existen requerimientos diferenciados de los tenedores de tierras que tienen diversos niveles: están los grandes, los pequeños y medianos productores, y las comunidades indígenas.
Ruiz Díaz explicó que, en cuanto a las comunidades indígenas, debe trabajar con el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) para regularizar las tierras de estas comunidades, un proceso esencial previo a la titulación.
“Esperamos ingresar en la primera semana de julio para iniciar el proceso de regularización”
Ruiz Díaz destacó el trabajo en las colonias Nueva Mestre y Campo Aceval, poniéndolas como ejemplo del freno al crecimiento por falta de documentos. Nueva Mestre ha sufrido tres décadas de abandono en materia de titulación, mientras que Campo Aceval, con un potencial productivo enorme en la cuenca lechera, ha enfrentado medio siglo de ocupación sin recibir atención adecuada del INDERT. “Son productores sacrificados que no han sido atendidos en medio siglo de la historia del Paraguay. Esperamos ingresar en la primera semana de julio para iniciar el proceso de regularización”, dijo.
Aclaró que, si bien los productores de estas zonas ya trabajan proveyendo materia prima a las grandes industrias lácteas de la zona, sobre todo desde Campo Aceval, los requerimientos legales impiden a las cooperativas chaqueñas brindarles mejores condiciones de financiamiento en cuanto a créditos debido a la ausencia de títulos de propiedad.
“Queremos revertir esta situación haciendo que el modelo o metodología de titulación beneficie a todos, incluyendo a aquellos que tienen 30 o 50 hectáreas. Al tener su título de propiedad, podrán participar plenamente en la cadena de valor de los sectores productivos del Chaco”, añadió Ruiz Díaz.
El programa de regularización de tierras tiene como objetivo proporcionar seguridad jurídica plena a todos los niveles de ocupación, desde pequeños hasta grandes productores. “Hemos detectado que la gran mayoría de las ocupaciones han tenido documentaciones muy precarias, como una adjudicación. Queremos llegar hasta el título de propiedad para dar seguridad jurídica, permitiendo así que los productores, como los de Campo Aceval, inviertan y contribuyan al crecimiento económico y la generación de empleo”, concluyó.