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La misma existencia de la ganadería es la prueba de su sostenibilidad, asegura experto.

La MPCS cuenta con un plan de acción para fortalecer el sector ganadero en los próximos cinco años.

“Hemos estado haciendo ganadería durante 500 años. No hay ninguna otra actividad en el país que tenga 500 años de vigencia, así que, desde esa simple lógica, podemos decir que somos un sector sostenible”, dijo el Dr. Marcos Medina, consultor experto en sostenibilidad agropecuaria y miembro de la Mesa Paraguaya de la Carne Sostenible (MPCS), a A&N.

El Censo Agropecuario Nacional proporcionó abundante información que permitió desglosar y caracterizar los diferentes tipos de fincas ganaderas en el país. “Para ponerlo en el mismo contexto de otros sectores, lo clasificamos en micro, pequeña, mediana y grandes fincas, cada una con sus propias características, desafíos y oportunidades. En base a esa caracterización, culminamos con la elaboración de un plan de desarrollo sostenible de la ganadería en Paraguay para los próximos años”, dijo Medina. Este plan incluye un desglose de indicadores vinculados a la sostenibilidad en las dimensiones económica, social y ambiental.

En lo referente a la dimensión social, la ganadería es un rubro que históricamente ha generado oportunidades en todos los eslabones de la cadena y hoy proporciona empleo a poco más de 300.000 personas, desde el peón de estancia hasta el mozo que sirve la carne en los restaurantes, convirtiéndose en un sector de gran importancia y trascendencia para nuestra economía y nuestro desarrollo sostenible.

11% de la población económicamente activa trabaja directamente con la cadena de valor ganadera.

Medina comentó que los 300.000 puestos de trabajo son puestos de trabajo directo. El número corresponde a una estimación basada en datos del censo, otras plataformas y organizaciones que demuestran que aproximadamente el 11% de la población económicamente activa trabaja directamente con la cadena de valor ganadero. “Hay unos 100.000 puestos de trabajo dentro del sector primario, y los demás puestos de trabajo están distribuidos a lo largo de la cadena. Por supuesto, hay una concentración en la región oriental porque la actividad económica se concentra en esta región. Pero la producción en el Chaco genera muchos puestos de trabajo en la región oriental, existe una fuerte interacción entre ambas regiones dentro de nuestro país, al menos en lo productivo”, explicó el Dr. Medina.

“Con sus luces y sombras, la ganadería paraguaya es una ganadería sostenible”

“Definitivamente, lo ambiental, al igual que lo económico, debe tener un equilibrio. Muchas veces, dentro de lo mediático, lo ambiental recibe un destaque muy importante; a veces, incluso, hay informaciones que tergiversan la realidad”, dijo el Dr. Medina, detallando los indicadores de sostenibilidad. Marcos Medina añadió: “Hemos estado haciendo ganadería durante 500 años. No hay ninguna otra actividad en el país que tenga 500 años de vigencia, así que, desde esa simple lógica, podemos decir que somos un sector sostenible”.

El experto asegura que, aunque pueden existir debilidades, el sector tiene muchas fortalezas en cuanto al cuidado del medio ambiente, y asegura que los ganaderos están haciendo un buen trabajo en ese sentido. “Hay evidencias”, sentenció Medina. “Aunque muchas veces en lo mediático se trate de tergiversar esa realidad dirigiendo los mensajes hacia intereses particulares, la realidad es que, con sus luces y sombras, la ganadería paraguaya es una ganadería sostenible”.

Género y Juventud

Otro hallazgo significativo de este trabajo, según el Dr. Medina, es que el 41% de las fincas de producción bovina está encabezada por mujeres, y se nota una fuerte tendencia en ellas hacia la producción mixta (carne y leche), lo que, según su apreciación, denota la esencia y naturaleza del negocio para este segmento de microtenedores de ganado y el liderazgo de las mujeres.

“Al tema de género también se suma el tema de juventud. Quizá la información más importante para completar el panorama es el grado de arraigo que genera la ganadería. Es decir, podemos afirmar, basándonos en los hallazgos, que la ganadería se ha convertido especialmente para los microtenedores en una fuente de empleo que no solo proporciona alimentación, sino también ingresos y, a través de eso, arraigo.

Según los datos manejados por la Mesa Paraguaya de la Carne Sostenible, a nivel rural, más del 90% de estas fincas están arraigadas desde hace más de 10 años. “Podemos decir que la ganadería no solo genera fuentes de trabajo, sino también arraigo a nivel de este segmento”.

Debemos trabajar para facilitar la formalización

La formalidad es uno de los aspectos que se debe fortalecer dentro de la cadena de valor. “Lo que vemos es que, especialmente a nivel de las microfincas, hay un alto nivel de informalidad, algo en lo que se debe trabajar y generar acciones que faciliten la formalización de los microtenedores de ganado”, dijo el experto. Indicó que hoy los microtenedores enfrentan dificultades para cumplir con las disposiciones de formalidad. Sin embargo, en este punto señaló que esta es una realidad que no solo enfrenta el sector ganadero, sino también otros sectores económicos. “La formalización genera dificultades en la gestión y, en ocasiones, costos adicionales. Ahí es donde debemos trabajar para facilitar la formalización. Creo que el Estado está haciendo un esfuerzo al respecto; lo vemos en tributación, en SENACSA y en otras instituciones. Se están haciendo esfuerzos y creo que estamos en el buen camino, sin dejar de reconocer que es uno de los desafíos que tenemos por delante”, aseguró.

El desafío en el sector laboral formal es avanzar en estándares de desarrollo personal.

En relación a los puestos laborales generados por la ganadería y el desafío de la formalización, el Dr. Medina agregó también el desafío autoimpuesto por el sector de avanzar en la generación de más puestos de trabajo y en los estándares de lo que hoy se denomina trabajo digno o trabajo decente, que, según detalló, no solo se entiende como “tener un trabajo”, sino también contar con condiciones óptimas para el desarrollo personal.

Dentro de la dimensión social de la sostenibilidad de la ganadería, la inclusión de todas las personas y todos los sectores es clave. Es decir, el sector no solo debe generar desarrollo económico, sino que ese desarrollo económico debe tener una consecuencia en el desarrollo social, tanto de las comunidades como de la sociedad en su conjunto.

El Principio de Bienestar Animal

En cuanto al bienestar animal, el Dr. Marcos Medina explicó que es un principio muy importante dentro de los criterios de sostenibilidad, en el cual los ganaderos trabajan no solo para alinearse con las expectativas de los consumidores, sino también para cumplir con estándares o buenas prácticas que mejoren la eficiencia productiva.

Cerrando nuestra conversación, el experto afirmó que una contribución importante de la mesa es poner a disposición de los grandes tomadores de decisiones, especialmente a nivel del sector privado y sector público, una propuesta de plan para los próximos años. El Plan de Ganadería Sostenible de la MPCS es la única propuesta vigente actualmente. “Por supuesto, es perfectible, pero es un punto de partida importante para que, en base a las sugerencias y los hallazgos, se puedan tomar acciones concretas que fortalezcan y sigan haciendo de la ganadería uno de los principales pilares de nuestro desarrollo sostenible como nación”, aseguró.

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