“La ganadería nunca fue un negocio de mucho margen, pero sí era seguro y previsible. Eso se perdió en los últimos años”, comenta Martín Filártiga, ingeniero agrónomo, productor chaqueño y actual presidente de la Regional Central Chaco de la Asociación Rural del Paraguay (ARP). En el podcast de la ARP explicó que ésta pérdida de previsibilidad ha generado incertidumbre entre los productores, afectando las decisiones de inversión.
Pese a ello, Filártiga reconoce una mejora reciente: “En el último semestre los precios han sido mucho más justos, gracias en gran parte al fortalecimiento de las exportaciones”. Destinos como Estados Unidos, Chile, Israel y Taiwán han comenzado a pagar mejor por la carne paraguaya, posicionando al país en cerca de 70 mercados internacionales. “Estados Unidos hoy está entre los principales compradores y eso impacta positivamente en el precio que recibe el productor”, destacó.
No obstante, recuerda que el productor sigue siendo un tomador de precios, igual que el consumidor. “Salvo que manejes grandes volúmenes, no hay mucho margen de negociación con la industria”, señala.
Más allá del precio, uno de los puntos clave que plantea Filártiga es la necesidad de respaldo del sector público para que la ganadería sea sostenible en el tiempo. “El Estado debe ver al productor como un aliado para el desarrollo del país”, afirma, y entre las prioridades enumera la infraestructura vial, redes eléctricas confiables (sobre todo en el Chaco) y políticas de Estado que garanticen reglas claras.
Además, aboga por el fortalecimiento de alianzas público-privadas como la Fundación de Salud Animal (Fundassa) o el sistema de lucha contra el abigeato, considerados modelos exitosos incluso a nivel internacional. “La ganadería no pide subsidios. Pide condiciones para seguir produciendo”, remarca.
En un momento donde los mercados internacionales exigen sostenibilidad y trazabilidad, el productor insiste en que Paraguay está preparado: “Tenemos un producto de primerísima calidad, producido de forma amigable con el ambiente. Lo que falta es contarle eso al mundo”. Para él, la carne paraguaya debe consolidarse como una marca país y ese es el próximo desafío.
En ese sentido, apunta que el productor ha sido históricamente el primer interesado en cuidar el medioambiente: “Al que menos le conviene un negocio no sostenible es al productor. Si no cuidamos el ambiente, nuestros negocios no duran”.
“Hay un problema de comunicación interna y al exterior, la materia pendiente es posicionar la marca país, salir a mostrarle al mundo cómo producimos y cuál es nuestro producto que es de primerísima calidad”, dijo Filártiga al hablar del desafío de comunicar todo este trabajo de producción sostenible que realizan.
Como productor, Filártiga también compartió sus motivaciones para trabajar en el gremio de la ARP y lo pueden escuchar en la nota completa disponible n el Canal de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=8ICYEPcwE5c