El primer simposio paraguayo de pasturas tropicales, Grass Day Fest demostró que Paraguay tiene un importante potencial para avanzar, generar conocimiento técnico y compartir experiencias científicas que contribuyan al crecimiento sostenible del sector ganadero en toda la región de Sudamérica.
El evento se celebró con éxito los días lunes 5 y martes 6 de mayo. El evento, organizado por el Consorcio de Ganaderos para Experimentación Agropecuaria (CEA) y Grasstech, reunió a más de 150 participantes entre productores, técnicos, investigadores y estudiantes para compartir conocimientos y experiencias sobre el manejo y la innovación en pasturas tropicales.
Durante la primera jornada, realizada en la sede del CEA, seis destacados disertantes, dos de Brasil y cuatro de Paraguay, compartieron avances científicos y técnicos sobre el manejo de pasturas. Entre ellos se destacaron la profesora Janaina Martuscello y el profesor Manoel Rozalino, junto a los ingenieros Nelson Chamorro, Miguel Chase, Franl Wiebe y Bruno Giménez. El día culminó con un “sunset de confraternidad” animado por la banda Shatki Arpa, reforzando el espíritu de comunidad e intercambio del evento.
La segunda jornada tuvo lugar en la Estancia Isla Corá, en Arroyos y Esteros, donde se realizaron seis paradas técnicas en campo. Los asistentes pudieron observar de cerca las prácticas implementadas para transformar terrenos difíciles, como suelos con alta acidez y zonas bajas con problemas de drenaje, en campos productivos y sostenibles.

“Un gran problema en Paraguay es que la gente no quiere invertir en movimiento de suelo”
Uno de los temas centrales fue la correcta preparación del suelo. El Ing. Nelson Chamorro advirtió que “un gran problema que tenemos a la hora de sembrar pasto en Paraguay es que la gente no quiere invertir en movimiento de suelo”, lo que limita la germinación eficiente. La Prof. Martuscello coincidió en que un suelo mal preparado puede impedir el desarrollo de las semillas. Ambos expertos subrayaron la importancia de asegurar el contacto adecuado entre semilla y suelo, respetando profundidades máximas de siembra para garantizar una germinación pareja.
Durante la visita a campo, los asistentes conocieron de primera mano el proceso de recuperación de un terreno lleno de “takurus” (montículos de tierra característicos de suelos ácidos). Los responsables del establecimiento relataron cómo se implementó un sistema de drenaje con canales estratégicos tras una altimetría del terreno, logrando controlar el exceso de humedad y mejorar la infiltración del agua. “Al día siguiente de excavar los canales, ya comenzó a entrar agua cristalina desde el subsuelo”, relató uno de los encargados.
Con una inversión estimada de entre 500 y 600 dólares por hectárea, que incluye correctivos, movimiento de suelo e insumos, el campo alcanzó una cobertura vegetal uniforme y vigorosa en solo 100 días, gracias al cumplimiento estricto del protocolo técnico recomendado.

Consorcios de pasturas
Otro de los temas abordados fue la combinación de variedades de pasto. El Ing. Chamorro explicó que “mezclar especies con diferentes hábitos de crecimiento, erecto, intermedio y postrado, permite cubrir el suelo más eficientemente y compensar posibles fallas de una variedad con otra”. La Prof. Martuscello agregó que la aceptación del ganado también debe considerarse al momento de elegir mezclas, para evitar el rechazo de algunas especies por parte de los animales.
Con el apoyo de 19 auspiciantes estratégicos, el Grass Day Fest fue un espacio donde se demostró la importancia de la investigación aplicada en pasturas tropicales, pero al mismo tiempo fue un espacio que fortaleció los lazos entre productores, técnicos y académicos. “Recuerden que la base de nuestra producción está en la pastura; si no producimos buen forraje, nuestra ganadería va a desaparecer”, recordó Diego Heisecke, presidente del CEA en un momento de la jornada de campo.