Mientras que la agricultura experimentó una contracción interanual del 3,4% en el primer trimestre del año, la ganadería mostró un desempeño sólido, impulsando al alza la actividad económica. Así lo revela el informe de Cuentas Nacionales Trimestrales correspondiente al primer trimestre de este año, publicado por el Banco Central del Paraguay (BCP).
El PIB trimestral registró un crecimiento interanual de 5,9% en el primer trimestre del 2025. Desde el enfoque de la oferta, en el comportamiento interanual incidieron los desempeños positivos registrados en los servicios, las manufacturas, la construcción, la generación de energía eléctrica, los impuestos a los productos y la ganadería. Sin embargo, el resultado negativo de la agricultura atenuó el desempeño favorable de la actividad económica. Desde la perspectiva del gasto, los componentes con incidencias positivas han sido el consumo privado, la formación bruta de capital fijo y el consumo del gobierno. No obstante, las exportaciones netas han incidido de forma negativa.

El informe indica que la caída del sector agrícola se debió principalmente a una menor producción de soja, el principal rubro de exportación del país. No obstante, este retroceso fue atenuado por aumentos en la producción de otros cultivos clave como maíz, arroz, algodón, girasol, poroto y sésamo, que continúan siendo fundamentales tanto para la seguridad alimentaria como para la diversificación de la matriz agrícola.
Por su parte, la ganadería registró un crecimiento interanual del 10,8%, consolidándose como un motor clave del dinamismo económico en zonas rurales. Este incremento se explicó por mayores niveles de faenamiento de bovinos, aves y cerdos. Aunque la menor producción de leche cruda y huevos moderó ligeramente este crecimiento, el sector logró mantener un balance general positivo. Este repunte también contribuyó al alza del Producto Interno Bruto (PIB) trimestral, que creció un 5,9% respecto al mismo periodo del año anterior.
El informe también destacó que otros sectores como la minería y la construcción mostraron comportamientos positivos, en parte gracias a una mayor demanda de materiales impulsada por el crecimiento de obras de infraestructura. Sin embargo, desde el enfoque de la oferta, el desempeño negativo de la agricultura limitó parcialmente el impacto positivo general sobre la economía.