Más del 75% de los cultivos destinados al consumo humano dependen, al menos en parte, de los polinizadores, lo que convierte a estas especies en aliadas fundamentales de los sistemas agroalimentarios. Gracias a ellas, se incrementa el rendimiento de los cultivos y se mejora la calidad, el sabor y la variedad de los alimentos disponibles, según algunos datos compartidos por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que destaca este papel, en la celebración del Día Mundial de las Abejas.
Este 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas, una fecha clave para reflexionar sobre el papel vital que cumplen las abejas y otros polinizadores en la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la sostenibilidad ambiental. La efeméride fue establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2018, impulsada por el Gobierno de Eslovenia y Apimondia, y coincide con el natalicio de Anton Janša, pionero de la apicultura moderna.
El lema de este año es “Inspiradas por la naturaleza para nutrirnos a todos” y subraya cómo los polinizadores son aliados esenciales de los sistemas agroalimentarios y de la salud de los ecosistemas. Según la FAO, su labor permite la producción de más del 75% de los cultivos alimentarios del mundo, incluidas frutas, hortalizas, frutos secos y semillas. Además, contribuyen a mejorar el rendimiento, la calidad y la diversidad de los alimentos que consumimos a diario.
La Organización para la Alimentación y la Agricultura recuerda que actualmente, las abejas y otros polinizadores enfrentan múltiples amenazas: pérdida de hábitats, prácticas agrícolas poco sostenibles, contaminación y cambio climático. Esta situación compromete la producción de alimentos, aumenta los costos y agrava la inseguridad alimentaria, especialmente en comunidades rurales.

Se estima que alrededor de 200.000 especies animales actúan como polinizadores, entre ellas más de 20.000 especies de abejas, pero también mariposas, pájaros y murciélagos. Estos organismos son indicadores clave de la salud ambiental y su protección fortalece otros servicios ecosistémicos como el control de plagas, la fertilidad del suelo, la regulación del agua y del aire.
Frente a esta realidad, organismos internacionales promueven prácticas agrícolas respetuosas con la naturaleza como la agroecología, la agroforestería, los cultivos intercalados y el manejo integrado de plagas. Estas estrategias no solo protegen a los polinizadores, sino que también contribuyen a cosechas más estables y a reducir el impacto ambiental.
En cifras, el 35% de la producción agrícola mundial (en volumen) depende directamente de polinizadores como las abejas, y el mercado global de la miel alcanzó en 2023 ingresos por más de 9.300 millones de dólares, con países como China, Turquía, Irán y Argentina liderando la producción y exportación.
Si querés saber más sobre las abejas, la apicultura y el Día Mundial de las Abejas podés visitar la página de la FAO en: https://www.fao.org/world-bee-day/home/es