Brasil comparte en Paraguay su experiencia con la suspensión de la vacunación contra la fiebre aftosa

Referentes del sector sanitario y productivo brasileño compartieron en la Expo Paraguay ARP 2025 los desafíos y logros del proceso que llevó al país a eliminar la vacunación contra la fiebre aftosa, tras décadas de lucha contra la enfermedad.

En el “Conversatorio Estratégico Internacional: Fiebre Aftosa y el Futuro de la Vacunación Regional” desarrollado durante la Expo Paraguay ARP 2025, representantes de Brasil expusieron su experiencia en la transición hacia un estatus sanitario libre de fiebre aftosa sin vacunación, lo que definieron como un paso estratégico con fuerte impacto en la vigilancia sanitaria, la apertura de mercados internacionales y la proyección comercial del bloque del Mercosur.

Daniel de Barbosa Ingold, director-presidente de la Agencia Estadual de Defensa Sanitaria, Animal y Vegetal (IAGRO), recordó que Brasil convivió con la fiebre aftosa al menos 50 años, situación que provocó importantes pérdidas económicas, comerciales y de imagen sanitaria. “Eso nos llevó a iniciar el Programa Nacional de Vigilancia para la Fiebre Aftosa (PNEFA), que requirió una reestructuración profunda del servicio veterinario. Al eliminarse la herramienta de la vacunación, la vigilancia activa se volvió clave”, explicó.

Actualmente, Brasil apuesta a sistemas de vigilancia más modernos basados en inteligencia territorial, control satelital y monitoreo del tránsito de animales. “Eliminamos las barreras sanitarias porque son costosas e ineficaces. En cambio, trabajamos con inteligencia. Todos los vehículos están georreferenciados y contamos con un centro de control para responder rápidamente ante cualquier emergencia”, agregó Barbosa.

El coordinador de Inteligencia Comercial y Defensa de Intereses de la Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil (CNA), Felipe Spaniol, destacó que el avance del país fue posible gracias al trabajo articulado entre el sector público y los productores, representados por más de 2.000 gremios, 27 federaciones y la CNA.

Aunque aún no se reflejan mayores ingresos por exportación tras el cambio de estatus, Spaniol señaló que se están abriendo nuevas oportunidades con mercados exigentes como Japón, Corea del Sur y China. “Estamos hablando de grandes volúmenes, pero más allá de eso, se trata de asegurar acuerdos que no cierren todo el mercado ante un posible foco porque Brasil se divide en regiones. Esto requiere reconocimiento internacional de la calidad del servicio sanitario”, sostuvo.

Barbosa confirmó que el 29 de mayo de este año Brasil recibió la certificación oficial de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y ya trabaja en negociaciones con nuevos destinos. En este proceso, cada Estado cuenta con fondos públicos y privados para enfrentar situaciones de emergencia. En el caso de Mato Grosso do Sul, el fondo público asciende a USD 15 millones y el fondo privado, administrado por los propios ganaderos, permite liberar recursos en menos de 24 horas si aparece un foco.

“Yo soy ganadero. Viví lo que es un brote. Entiendo el miedo y la incertidumbre”, expresó.

Por su parte, Spaniol reconoció que persiste cierta resistencia entre los productores a dejar de vacunar, pero subrayó que la implementación del PNEFA desde 2016 ha permitido fortalecer capacidades, establecer protocolos y generar confianza. “No es fácil dar una cifra exacta del beneficio económico, pero sí podemos decir que el costo de dos vacunas anuales por animal representa cerca de USD 230 millones. A eso hay que sumar los costos de manejo, recolección y logística. A largo plazo, la ganancia es significativa”, concluyó.

Ambos expositores coincidieron en que el proceso hacia la eliminación de la vacunación debe ser gradual, riguroso y consensuado con los actores del sector, y destacaron el valor de compartir experiencias dentro del Mercosur para avanzar hacia una región libre de fiebre aftosa sin vacunación.