El último informe sobre el precio de alimentos derivados de la producción pecuaria publicado por el Programa para la Alimentación y la Agricultura (FAO) este mes, reveló que bajaron los precios de carne bovina y de aves de corral, pero subieron los de cerdo y ovino. El precio de productos lácteos también subió a nivel global.
Bajaron los precios internacionales de las carnes de aves de corral y bovino, mientras que subieron los de las carnes de cerdo y ovino. El índice de precios de la carne de la FAO registró en mayo un promedio de 116,6 puntos, es decir, apenas 0,2 puntos (un 0,2 %) menos que en abril, y se situó 1,5 puntos (un 1,3 %) por debajo de su valor de hace un año.
La caída de los precios mundiales de la carne de aves de corral obedeció al aumento de las disponibilidades exportables en un contexto de menor demanda interna en algunos de los principales países productores, mientras que la ligera caída de los precios de la carne de bovino se debió a la apatía de la demanda de importaciones sumada a las abundantes disponibilidades exportables de Oceanía.
Por el contrario, el aumento intermensual de los precios mundiales de la carne de cerdo se debió a un repunte de la demanda y a la persistente escasez de la oferta, principalmente en Europa occidental. Por su parte, los precios de la carne de ovino subieron a causa del aumento de las compras mundiales, pese a los abundantes suministros exportables de Oceanía.
FAO sobre lácteos y derivados
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO registró en mayo un promedio de 126 puntos, es decir, 2,3 puntos (un 1,8 %) más que en abril, lo que contribuyó a incrementar el valor del índice en 4,3 puntos (un 3,5 %) por encima de su valor de hace un año. En mayo subieron las cotizaciones internacionales de todos los productos lácteos representados en el índice.
El incremento de las cotizaciones de los productos lácteos en mayo se vio impulsado por el aumento de la demanda de los sectores minorista y de servicios alimentarios con motivo de las vacaciones de verano y las expectativas del mercado de que la producción lechera pueda descender por debajo de los niveles más bajos de todos los tiempos en Europa occidental, sumado a la disminución estacional de la producción lechera en Oceanía.
Además, la reanudación de la demanda de importación de suministros al contado, especialmente en algunos países del Cercano Oriente y África septentrional, contribuyó a la subida de los precios de los productos lácteos.