Mientras no existan beneficios concretos, significativos y debidamente comprobados para la ganadería nacional y para el país, es irresponsable siquiera considerar la posibilidad de levantar la vacunación contra la fiebre aftosa, indica el comunicado de las regionales de la Asociación Rural del Paraguay (ARP).
Los presidentes de las veinte regionales de la ARP se reunieron en Asunción para presentar en conferencia de prensa un comunicado en el que expresan de manera categórica su rechazo a cualquier intento de levantar la vacunación contra la fiebre aftosa mientras no existan beneficios concretos, significativos y debidamente comprobados para el sector y para el país.
Varios de los presidentes de las regionales coincidieron en sugerir en que Paraguay espere a ver cómo le va a Brasil y a Bolivia que ya levantaron la vacunación antiaftosa, mientras nuestro país sigue reuniendo las herramientas necesarias para mantener la seguridad de la sanidad animal a nivel local.
Si bien valoraron la apertura al diálogo, expresaron que consideraron necesario dejar de forma muy clara su postura para el público en general: “Reconocemos la histórica alianza público-privada que ha fortalecido el sistema de salud animal en nuestro país, y destacamos la importancia de seguir construyendo diálogos responsables y a la altura del profesionalismo que ha caracterizado a esta alianza por varias décadas, un modelo reconocido a nivel mundial. Destacamos la apertura del Gobierno Nacional para escuchar las voces del sector genuinamente representado por la ARP desde 1885, una senda que debemos continuar por el bien del Paraguay”.
El comunicado cuya lectura estuvo a cargo de Martín Filártiga, presidente de la Regional Chaco Central, recuerda que Paraguay ha construido durante décadas un estatus sanitario, que hoy es uno de los principales pilares de nuestra economía, insistiendo en que “Cualquier retroceso en este sentido pondría en serio riesgo la producción ganadera, que aporta el 12% del Producto Interno Bruto y representa el 14% de las exportaciones totales. Un brote de fiebre aftosa significaría no solo un golpe devastador para miles de productores, sino también para la estabilidad económica nacional, el empleo rural y la confianza internacional en nuestra carne”.
El comunicado prosigue indicando “reiteramos que la decisión de abandonar la vacunación debe estar sustentada únicamente en un análisis técnico serio y en ventajas reales que justifiquen plenamente el riesgo que asumiría el Paraguay, por más mínimo que sea este. Mientras tales condiciones no estén presentes, es irresponsable siquiera considerar esa posibilidad”.
Finalmente, cierra asegurando que este pronunciamiento refleja la voz unánime de las regionales que integran la Asociación Rural del Paraguay y, con ellas, a los productores de todas las zonas del país, y recordando que la salud animal es la salud de nuestra economía por lo que la vacunación es una responsabilidad histórica y una obligación con el Paraguay.
