Si bien algunas regiones del norte de la Región Oriental no han podido avanzar debido a la falta de lluvias, en general, la zafra de soja 2024-2025 está progresando con mucho ritmo y gran expectativa. “El productor está tratando de hacer lo mejor posible para obtener una buena cosecha el año que viene”, dijo Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), en declaraciones a A&N.
Cristaldo comentó sobre los factores que afectan la campaña agrícola, señalando que los costos se mantienen más o menos similares a los del año pasado, con algunos incrementos en ciertas líneas de trabajo, dependiendo del nivel de tecnología que utilice el productor. “Pero sí, los precios son lo que preocupa; bajaron y para el año que viene se percibe una tendencia a la baja. Ojalá se recuperen y podamos tener buenos precios”, expresó el presidente de la UGP, acotando que, con los precios actuales, prácticamente se necesitan 2.500 kilos por hectárea para alcanzar el punto de equilibrio.
“Si tomamos como referencia el 2023, el precio en Chicago estaba entre 500 y 520 dólares por tonelada, y el descuento era de 30 a 45 dólares por tonelada. El productor recibió un precio razonablemente bueno de 450 dólares en la región. Este año ya hubo una caída importante, y el productor está recibiendo 370, 360, e incluso 350 dólares, dependiendo de la región. Hay una caída de casi 100 dólares en comparación con los precios del año pasado, y los costos, que estaban entre 35 y 40 dólares por tonelada el año pasado, este año se encuentran entre 80 y 100 dólares”, relató el ingeniero Héctor Cristaldo.
Logística complica los costos.
El presidente de la UGP comentó que el costo conocido popularmente como “premio” aumentó considerablemente, debido en gran parte al bajo nivel del río. Las cargas no salen completas, los viajes son más largos y esta serie de dificultades encarece los costos de salida, haciendo que el productor reciba menos por su producto. Según Cristaldo, se cuenta con suficiente infraestructura para las cosechas normales y para un régimen habitual de salida.
En otro punto, refiriéndose al maíz, mencionó que este rubro estuvo flojo este año, con una producción promedio de 4.300 a 4.400 kilos, sin alcanzar los volúmenes del año pasado, y los ritmos de exportación también se vieron consecuentemente afectados. La mayor parte del maíz se destina a Uruguay o Brasil y se transporta por tierra. “Pero todo está siempre con un dejo de incertidumbre”, sentenció Cristaldo.
Cosecha Segura.
La seguridad personal es un tema que siempre preocupa en época de zafra porque el productor pasa muchas horas fuera de la casa sembrando, preocupa dejar la casa, a la familia “por eso por lo general se trabaja con la Plicía Nacional tratando de establecer un hilo de comunicación directa en lo que se enmarca como cosecha segura” dijo el presidente de la UGP.
La Cosecha Segura es una iniciativa que en donde se coordina a nivel departamental y distrital, mecanismos de alerta temprana para avisos si hay problemas de seguridad. “Los referentes de los gremios que están en contacto y sirven de enlace para coordinar intervenciones o resguardo en la circunstancia en que se necesite y se trabajó bien los últimos años y esperemos este año siga la misma temática”, explicó Cristaldo.
“Arrancamos con muchos desafíos esta siembra, esta campaña agrícola. El productor es un eterno sembrador de esperanza y esa esperanza es el motor que mueve la voluntad de trabajo e impulsa a hacer las cosas de la mejor manera para tener un buen resultado el año que viene, porque si el campo produce bien Paraguay va a crecer, es decir, un año económico depende de una buena cosecha”, concluyó.