“UNICOOP nació para servir a los socios”, afirma Rubén Zoz, presidente de la Central Nacional de Cooperativas, al celebrar el 30º aniversario de la entidad. Fue el año 1995 cuando un grupo de productores cooperativizados decidió unirse para trabajar juntos, con la visión de fortalecer el movimiento cooperativo desde adentro, apostando por la equidad, la integración y el desarrollo sostenible. Treinta años después, aquella iniciativa se ha consolidado como una fuerza nacional que impulsa la agroindustria, promueve la investigación, fomenta el liderazgo juvenil y, sobre todo, defiende con firmeza los valores del cooperativismo.
“Desde que la UNICOOP empezó allá por el año 1995, la situación de provisión de insumos a los productores y las compras de sus productos eran realmente complicadas”, recuerda Rubén Zoz, actual presidente de la Central Nacional de Cooperativas que este año cumple 30, al servicio del productor. En sus inicios, la central se enfocaba en la compra conjunta de insumos agrícolas, que luego eran distribuidos a las cooperativas socias, y de allí a los productores finales. Esa estrategia permitió que cooperativas con menor capacidad pudieran acceder a insumos a precios competitivos, sin importar el volumen de compra.
Con el paso del tiempo, UNICOOP tomó decisiones estratégicas que marcaron su crecimiento. Entre ellas, destaca la inversión en una empresa agroexportadora que hoy opera a nivel nacional, brindando servicios logísticos y comerciales a cooperativas y también a productores no cooperativistas.
Uno de los hitos más importantes fue la adquisición total de la empresa Agrolatina, una industria de agroquímicos. “Hoy formulamos, fabricamos y desarrollamos nuevos productos para el control de malezas, insectos y enfermedades en cultivos como la soja, el maíz y el trigo”, explicó Zoz.
Otra asociación clave fue con el Centro Tecnológico Agropecuario (CETAPAR), al que UNICOOP acompaña desde hace una década. CETAPAR, explica Zoz, se dedica a la investigación y desarrollo de tecnologías para la agricultura familiar. “Incluso tenemos allí la única feria hortícola del país”, destacó.
Rubén Zoz remarcó que desde el inicio se buscó eliminar las desigualdades entre cooperativas grandes y pequeñas. “Las cooperativas más grandes, como Colonias Unidas y Pindo, se sumaron a UNICOOP para fortalecer el acceso igualitario a insumos. Una vez que UNICOOP compraba los productos, se distribuían a precios iguales a todas las cooperativas”.
Esta filosofía cooperativista también se traduce en la búsqueda de valor agregado. “Durante años hemos estudiado proyectos de industrialización, desde cerdos hasta ganado vacuno y pollos”, detalló Zoz. Uno de los logros de los socios en éste ámbito, fue el proyecto porcino Alianza Comercial e Industrial Cooperativa S.A. (ACICSA), una sociedad anónima conformada por Pindo, Copronar, Cooperalba, Unión Curupayty y Raúl Peña, actualmente bajo la administración de Pindo trabaja con 18 granjas integradas.
UNICOOP también ha explorado la industria avícola. “Visitamos frigoríficos en Brasil para aprender y soñar con llevar esa experiencia a Paraguay, pero aún no se han dado las condiciones financieras. Requiere una inversión muy grande y líneas de crédito a largo plazo que hoy son difíciles de conseguir”, dijo.
“Es un desafío lograr que se aplique el cooperativismo, que todos tengamos ese espíritu sin importar los intereses personales, pero termina siendo apasionante porque es un trabajo diario en el que debemos ser perseverantes (…) Lo que sí tenemos que hacer es trabajar para que haya un sentido de pertenencia hacia la UNICOOP, y de la UNICOOP hacia los socios, porque gracias a los socios existe UNICOOP, y por tanto, debe hacer todo lo posible por servirles en lo que esté a su alcance.”
“El sistema cooperativo funciona porque se enfoca en la persona, no en el capital accionario”
Zoz expresó su convicción en el modelo cooperativo como el más efectivo para el desarrollo sostenible. “No podemos olvidarnos nunca de los principios y valores cooperativistas. El sistema cooperativo funciona porque se enfoca en la persona, no en el capital accionario”.
UNICOOP, asegura, se basa en la autonomía de sus cooperativas socias, pero busca siempre fomentar el sentido de pertenencia. “La central nació para servir a los socios, y debe hacer todo lo posible para seguir haciéndolo”.
Uno de los desafíos más importantes según el presidente, es el recambio generacional en la dirigencia cooperativa. “Los jóvenes de hoy no pasaron las mismas dificultades que sus padres. Muchas veces no valoran tanto a la cooperativa. Por eso tenemos una red de jóvenes en UNICOOP y en cada cooperativa, para formarlos, involucrarlos y prepararlos para el futuro”, dijo explicando cómo plantean el futuro de la Central.
Soñando con los próximos 30 años, Rubén Zoz proyecta una UNICOOP aún más fuerte. “Podemos ser una gran potencia en agrodefensivos y el principal proveedor para nuestras cooperativas. Y también, por qué no, lograr la industrialización de nuestra producción agrícola, transformando proteína vegetal en proteína animal. Ese es el gran sueño”, comentó esperanzado pero también decidido.
Celebrando el 30º Aniversario de la UNICOOP, Zoz dejó un mensaje a todos sus compañeros de trabajo cooperativo reunidos en la Central Nacional, expresó su gratitud a los fundadores, y a todas las cooperativas socias que aún hoy la sostienen e impulsan.

“No optemos por lo inmediato. Las soluciones rápidas no siempre son las mejores. El cooperativismo es un modelo probado, que si lo fortalecemos, nos dará mayores beneficios a largo plazo, no solo a las cooperativas, sino también a todos los productores”