El mercado sigue bajo presión debido a los fundamentos, especialmente con las perspectivas de una cosecha con un potencial de 170 millones de toneladas en Brasil. Las condiciones climáticas son bastante favorables, la siembra despegó después de haber sido ralentizada debido al tiempo seco y los comerciantes ya están haciendo cola para la llegada de esta nueva oferta, a pesar de que aún queda mucho por hacer en la nueva cosecha en América del Sur.
Por el lado de la demanda, China sigue muy presente, con cifras sólidas respecto al mes pasado, pero con un foco aún muy claro en el producto brasileño. Las relaciones entre el país asiático y los EE.UU. de Donald Trump aún traen mucha inseguridad e incertidumbre a los negocios, analiza el equipo de Noticias Agrícolas sobre lo que ocurre en el mercado de commodities.
Por su parte, desde Granar indican que “el límite a las mejoras lo siguen marcando las buenas condiciones ambientales vigentes en buena parte de las zonas productoras de Brasil y de la Argentina, donde la siembra continúa a pleno”
El mercado también pone su energía en monitorear el mercado financiero, especialmente el comportamiento del dólar. Ayer el índice dólar subió de manera bastante constante y ejerció presión sobre una gran parte de las materias primas agrícolas que se negocian en las bolsas internacionales.
Todavía en el radar de los comerciantes está el comportamiento de los derivados de la soja, especialmente el aceite de soja. El 20 de noviembre los futuros del derivado se desplomaron más de un 3% y hoy, 21, se ajustaron, con ganancias del 0,9%, ayudando a la recuperación del grano.
