El 25 de febrero, el programa Hambre Cero lanzó su nueva fase con el objetivo de revitalizar el campo paraguayo, promoviendo la compra de productos de pequeños agricultores para garantizar la alimentación escolar en más de 7.000 instituciones educativas. Según los cálculos del Ejecutivo beneficiará a casi un millón de estudiantes con alimentación gratuita, pero los agricultores esperan que también se concrete como una oportunidad económica segura para más de 40.000 familias rurales.
El pasado martes 25 de febrero se llevó a cabo el lanzamiento oficial de la nueva fase del programa Hambre Cero, que en esta etapa ampliará su alcance de 2.655 instituciones educativas a un total de 7.036, beneficiando a más de 980.000 niños y jóvenes con el servicio de alimentación escolar.
Durante el acto, el presidente de la República, Santiago Peña, destacó la importancia de combinar la alimentación escolar gratuita con el apoyo a los agricultores locales, creando un impacto positivo en 1 millón de estudiantes y 40.000 familias. En su intervención, Peña subrayó que muchas veces se ha desviado dinero en el nombre de los campesinos y de los pobres, por lo que hizo un fuerte llamado a respaldar a los agricultores, brindándoles las herramientas necesarias para que aprecien y valoren la tierra. “Ya mucha plata se robó en el nombre de los campesinos, en el nombre de los pobres mucho dinero ya se desvió en Paraguay, y mi pedido al compañero Carlos es que apoyemos al agricultor, démosle la herramienta para que ame la tierra”, expresó el mandatario, dirigiéndose al ministro de Agricultura y Ganadería Dr. Carlos Giménez.
Este nuevo enfoque del programa Hambre Cero no solo busca garantizar la seguridad alimentaria para los estudiantes, sino que también abre un espacio para que los pequeños agricultores de la agricultura familiar campesina puedan proveer los productos que alimentarán a miles de niños en todo el país, garantizándoseles un destino para su producción y por tanto, la generación de ingresos. Los productores rurales han participado de encuentros en diversos puntos del país en donde han expresado su interés en ser proveedores considerando que el proyecto representa una verdadera oportunidad para impulsar la economía local, especialmente después de décadas de dificultades, donde el contrabando y la falta de demanda interna empobrecieron a muchas familias del campo, provocando una migración masiva a las ciudades en busca de trabajo.
Por su parte, el Ministro de Agricultura, Carlos Giménez, también resaltó el papel clave que juega el programa Hambre Cero como un símbolo de despertar para la Agricultura Familiar Campesina, expresando que este proyecto ofrece la posibilidad de que los campesinos puedan proveer los frutos de sus fincas directamente a las escuelas, contribuyendo así a una mayor autosuficiencia alimentaria y a la revitalización del campo paraguayo.
El Ministerio de Desarrollo Social, coordinador de Hambre Cero, informó que para garantizar la transparencia y eficiencia en la implementación del programa, se utilizará el Sistema Integrado de Alimentación Escolar (SIAE), respaldado por la Contraloría General de la República (CGR), que se encargará del control y seguimiento de los procesos. Este sistema permitirá la gestión detallada de las órdenes de servicio, los informes de entrega y la validación de la recepción de las raciones alimentarias en cada escuela, con mecanismos de rendición de cuentas que buscan asegurar la correcta administración de los recursos y la entrega oportuna de los productos.