A través de un análisis detallado, el Ingeniero Agrónomo Eduardo Sierra abordó las variables meteorológicas que impactarán la producción agropecuaria y el clima en el país entre la primavera, verano y otoño. El especialista en agroclimatología se mostró optimista respecto a las perspectivas para el ciclo agrícola, destacando que la mejora en las condiciones climáticas hacia 2025 debería beneficiar a los cultivos y contribuir a una producción agropecuaria más estable en el país.
Comenzó su exposición ante la comentando la evolución de la anomalía climática que estuvo en discusión durante los últimos meses, la cual había generado preocupación por un posible fenómeno de “Niña” en el Pacífico. Durante el final de 2023, en pleno evento del Niño 2023-2024, se observó un calentamiento importante del Pacífico ecuatorial, que alcanzó hasta 2°C por encima de la temperatura promedio. Este fenómeno provocó incertidumbre sobre las posibles consecuencias para el clima sudamericano.
El fenómeno de “Niña”, que se caracteriza por el enfriamiento anómalo de las aguas en el Pacífico, parecía aproximarse con fuerza hacia el final del primer semestre de 2024. Este enfriamiento impactaría negativamente en las lluvias, reduciéndolas en varias regiones de Sudamérica, incluyendo Argentina, Uruguay, y el sur de Brasil, y podría afectar también a la región oriental de Paraguay. Sin embargo, a medida que avanzó el mes de julio y el análisis continuó, las expectativas sobre una Niña severa se disiparon, ya que el enfriamiento de las aguas en el Pacífico no se consolidó, y en su lugar, se observó una mejora en las condiciones climáticas.
A finales de noviembre de 2024, la situación cambió sustancialmente: el Pacífico ecuatorial comenzó a calentar, con una disminución del enfriamiento en la región del Pacífico Sur. Si bien los vientos polares y ciertas perturbaciones siguen presentes, la situación ha mejorado considerablemente, lo que permite una mayor estabilidad para los próximos meses. A diferencia de las predicciones de hace un año, cuando el enfriamiento era más pronunciado, en la actualidad el fenómeno de “Niña” fuerte ha quedado descartado.
Clima alentador.
El pronóstico del clima para los próximos meses es alentador: aunque el sistema sigue estando en una fase de neutralidad fría en diciembre de 2024 y enero de 2025, se espera una tendencia hacia un periodo neutral cálido para los meses de marzo, abril y mayo de 2025. Esta fase podría generar condiciones climáticas más favorables para la producción agropecuaria en la región oriental de Paraguay, especialmente en el sur del país. Por otro lado, la región occidental, incluyendo el Chaco, podría experimentar una situación intermedia, lo que implicaría algunas fluctuaciones en la cantidad de precipitaciones.
Sierra subrayó la importancia de seguir monitoreando estos cambios climáticos de manera constante, ya que las variaciones de temperatura y las lluvias tienen un impacto directo en la agricultura. Sin embargo, se mostró optimista respecto a las perspectivas para el próximo ciclo agrícola, destacando que la mejora en las condiciones climáticas hacia 2025 debería beneficiar a los cultivos y contribuir a una producción agropecuaria más estable en el país.
Concluyó su presentación invitando a los productores y actores del sector agropecuario a mantenerse informados sobre las actualizaciones climáticas, las cuales son cruciales para una adecuada planificación de la siembra y cosecha en los próximos meses.