Nidia González, líder de la ruralidad: “Sentí que ya era campeona cuando vi que habían pensado en mí”

Foto: Recuperada de la Web oficial del IICA

“Cuando me avisaron que era una de las ganadoras del reconocimiento Líderes de la Ruralidad de las Américas no lo podía creer. Volví a leer varias veces el mensaje para estar segura de que era cierto”, recuerda emocionada Nidia González, productora de la agricultura familiar de la comunidad Santo Domingo, en Coronel Oviedo, departamento de Caaguazú. Su historia es un testimonio de cómo la perseverancia, el trabajo en comunidad y la fe en los pequeños comienzos pueden transformar vidas.

La historia de Nidia González trasciende Santo Domingo: es la prueba de que el liderazgo femenino en el campo puede transformar comunidades enteras y poner en alto a la agricultura familiar paraguaya en el escenario internacional, ella compartió su experiencia de trabajo y dejó un claro mensaje a todas las niñas y mujeres del país.

Nidia comenta con A&N que en 2017, con una casa precaria y un hijo pequeño se animó a participar de un proyecto de cooperación que buscaba fortalecer la producción de alimentos en su comunidad. “Me acuerdo que ni teléfono tenía, pero fui invitando a las vecinas y amigas para organizarnos. Al principio nuestra huerta era de apenas cinco metros, solo para consumo familiar”, rememora.

Lo que empezó como una pequeña parcela pronto creció con el apoyo de universidades, ingenieros y estudiantes. “Primero producimos para autoconsumo solamente, pero la producción creció y después empezamos a vender en ferias”, explica, recordando que en principio solicitaron un espacio de venta para solo un día a la semana, pero su productividad fue tanta y constante que lograron tener suficientes productos para ir sumando días de Ferias de comercialización.  “Poco a poco fuimos avanzando”, celebra.

Con otras mujeres a las que se había unido en asociación, Nidia impulsó nuevas ideas: el ahorro comunitario, la producción de cerdos y la búsqueda de alternativas para generar ingresos. “No me daba vergüenza ir a tocar puertas, pedir capacitaciones o vender lo que podía: sopa, empanadas, tortas. Todo eso nos ayudó a crecer”, recuerda.

La organización se consolidó, primero como comité y luego como asociación. Hoy son 16 socios que producen de manera diversificada, cubren sus propios costos de producción y transporte, y siguen soñando con nuevas metas.

“Cada capacitación que había yo me iba y le invitaba a todas a ir, no desaprovechaba ni una”, dijo, asegurando que los conocimientos adquiridos fueron los que les permitieron avanzar.

En 2019, Nidia recibió una beca para capacitarse en Japón durante un mes. Esa experiencia fue un punto de inflexión. “De ahí vine con una esperanza impresionante, porque ahí ví que el terreno no tenía que ser grande para progresar y dije: bueno, esto vamos a hacer en Santo Domingo. Volví con la convicción de que podíamos convertirnos en una empresa familiar, con la visión de que nuestros hijos también se integren en el futuro”, relata.

Nidia celebra el apoyo incondicional que recibió de su familia y de su comunidad, asegura que esa confianza recibida de su esposo primero y luego de toda sus compañeras productoras es su batería para trabajar “Ahí dije, tengo que poder, y me sentí muy bien, personalmente, me siento muy realizada”, asegura.

Ese sueño ya está en marcha: junto a su marido y sus tres hijos, trabajan en la chacra y en la feria, combinando la producción con el cuidado del medio ambiente y hasta con iniciativas de turismo rural: “Me siento afortunada de conocer así a gente que me dieron apoyo y que me dieron la oportunidad porque como dije, tengo muchas ilusiones porque en vez de con nuestra ya tratando de trabajar con nuestra naturaleza, ya reservamos nuestro ka`aguy`i (pequeño bosque en guaraní) ya tuvimos nuestra primera visita como agroturismo.”

Cuando recibió la noticia de que el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) la había reconocido como Líder de la Ruralidad de las Américas, Nidia lo vivió como un triunfo colectivo. “Sentí que ya era campeona cuando vi que habían pensado en mí. No me imaginé nunca llegar tan lejos, pero este logro no es solo mío: es de mi familia, de mi comunidad y de todas las mujeres que creen en la fuerza de trabajar juntas”.

Líderes de la ruralidad

El IICA reconocerá a Líderes de la ruralidad de las Américas como parte de una iniciativa creada para reconocer a hombres y mujeres que dejan huella y hacen la diferencia en el campo de América Latina y el Caribe. Se trata de un reconocimiento para quienes cumplen un doble papel irremplazable: ser garantes de la seguridad alimentaria y nutricional y al mismo tiempo guardianes de la biodiversidad del planeta a través de la producción en cualquier circunstancia, y que destacará su capacidad de impulsar ejemplos positivos para las zonas rurales de la región.

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