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La zafra chaqueña quedó muy por debajo de las expectativas de los productores.

Cosecha de soja en el Chaco. Foto: A&N.

El Chaco paraguayo ha experimentado un crecimiento significativo en términos de área cultivada, sin embargo, las condiciones climáticas adversas han impactado negativamente en la producción de soja durante la campaña agrícola 2023-2024. Inicialmente, se planificó la producción en 150.000 hectáreas, pero esta cifra tuvo que ser revisada varias veces a la baja, llegando finalmente a 100.000 hectáreas debido a la falta de lluvias y las altas temperaturas registradas, comentó Carlos Sanabria, desde StoneX sobre la producción agrícola en esta zona del país.

El calor extremo, con temperaturas de hasta 47-49 grados celsius, y la ausencia de precipitaciones, resultaron en una productividad inicial alarmantemente baja, con rendimientos de solo 200 a 600 kilos por hectárea. En promedio, se estima que el rendimiento en el Chaco terminará entre 1.300 y 1.400 kilos por hectárea, un valor significativamente inferior al de años anteriores y por debajo de las expectativas de los productores, dijo.

Esta situación no solo ha afectado la producción de soja en el Chaco, sino que también ha tenido repercusiones a nivel nacional. La variabilidad climática ha influido considerablemente en la producción de zafriña, la siembra secundaria de soja que se realiza después de la cosecha inicial. En varias regiones del norte del país, como Alto Paraná Norte, Canindeyú Norte, Caaguazú y San Pedro, las lluvias han sido irregulares y escasas, lo que ha provocado una disminución en las estimaciones de rendimiento tanto de maíz como de soja zafriña.

Fuente: Informe StoneX mayo.

Un informe reciente sobre la producción por departamentos revela que, aunque en general los productores están satisfechos con la productividad en varias regiones, las zonas del norte han enfrentado desafíos significativos debido a la falta de lluvias por tercer año consecutivo. Esto ha resultado en una merma considerable en los rendimientos esperados, comentó Sanabria.

El impacto de estas condiciones climáticas adversas se traduce en una disminución global en la oferta de soja a nivel país. Se estima que la producción total estará por debajo de los 10 millones de toneladas.

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