INTA alerta sobre malezas resistentes y propone cultivos activos y preemergentes en Seminario de UNICOOP

“Mantener cultivos creciendo durante la mayor parte del año es una de las herramientas más efectivas para reducir malezas” dijo el especialista argentino Diego Ustarroz, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Manfredi de Córdoba durante el Segundo Simposio Internacional de Agricultura organizado por UNICOOP,  el experto compartió su experiencia de dos décadas en manejo integrado de malezas y advirtió sobre la creciente resistencia a herbicidas que enfrenta la región.

“Hace 20 años que estoy en la experimental del INTA dedicándome al manejo integrado de malezas”, introdujo, antes de explicar que Argentina convive desde hace años con resistencia a glifosato en gramíneas y, más recientemente, con biotipos resistentes a haloxifop debido a la presión de selección y al uso reiterado de graminicidas.

El especialista detalló que esta situación ha obligado a replantear las estrategias de control. “Allá le estamos dando mucha importancia al uso de herbicidas residuales para el control de gramíneas. No solamente para mantener los lotes más limpios, sino también para retrasar la resistencia a los graminicidas”, explicó. Agregó que las fallas en el control suelen aparecer cuando las malezas crecen demasiado o están estresadas: “Tenemos muchos problemas de rebrote cuando las malezas están grandes o estresadas, y las buenas condiciones de humedad y el tamaño de la maleza son claves para que los graminicidas anden bien”.

Respecto al yuyo colorado, Ustarroz insistió en la necesidad de actuar temprano. “Hicimos mucho énfasis en controlar el yuyo coloradochico y en usar herbicidas residuales previo a la siembra de soja, porque en posemergencia no tenemos buenas alternativas”, señaló.

También recordó que Argentina ha tomado como referencia la experiencia de Estados Unidos en el manejo de amaranthus. “Ellos tuvieron el problema mucho antes. Hicimos varios viajes de capacitación y nos sirvieron muchísimo, pero después lo tenés que llevar a tu zona. Herbicidas que allá funcionan bien, en nuestros suelos funcionan mejor otros, o quizás no podemos usar las mismas dosis”, explicó. En su comparación, mencionó que mientras en Estados Unidos predominan amaranthus palmeri y retroflexus, en Argentina el comportamiento del yuyo colorado exige ajustes propios: “Vemos publicaciones con niveles muy altos de control con S-Metolacloro, pero nosotros no tenemos esos resultados en nuestro yuyo colorado”, explicó.

Uno de los puntos donde más insistió fue en la intensificación del sistema productivo, algo que según observó, Paraguay puede aprovechar mejor que su región en Argentina. “Ustedes tienen más posibilidades. Acá hacen dos cosechas al año. Nosotros no podemos por déficit hídrico y porque nuestro periodo libre de heladas es más corto”, comentó. Desde su perspectiva, mantener cultivos creciendo durante la mayor parte del año es una de las herramientas más efectivas para reducir malezas: “En la medida que uno puede intensificar mucho el sistema, mantener cultivos de cobertura o de cosecha, menos malezas vamos a tener y menos necesidad de aplicación de plaguicidas”.

Ustarroz también advirtió sobre los riesgos de depender únicamente de herbicidas posemergentes. “Si hacemos solo herbicidas posemergentes, rápidamente vamos a generar problemas de resistencia”, afirmó. Y recordó que no todos los herbicidas se comportan como el glifosato: “Los herbicidas no están hechos para cualquier tamaño de maleza ni para cualquier condición. Los graminicidas, aunque sean sistémicos, tienen una sistemia muy reducida. Son para malezas chicas y con buenas condiciones hídricas. No es como el glifosato, que anda con malezas chicas, grandes y con condiciones regulares de humedad”.

Como mensaje final para los productores paraguayos, ofreció una síntesis clara de su experiencia: “Traten de intensificar todo lo que se puede el sistema, mantener todo el año cultivos creciendo y compitiendo con las malezas. Así van a necesitar menos herbicidas que con suelos desnudos”. Recomendó además dar prioridad a las aplicaciones de preemergentes, trabajar sobre malezas chicas, esperar buenas condiciones cuando las malezas estén estresadas y rotar modos de acción. “Realicen mezclas con herbicidas que anden bien sobre la mayoría de las malezas que quieren controlar y que tengan diferente sitio de acción. Eso ayuda a evitar y retrasar la resistencia”, concluyó.

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