La toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos genera expectativas de volatilidad en el mercado de la soja, impulsada por su enfoque en políticas energéticas, comerciales y climáticas. Aunque Trump no mencionó al sector agropecuario en su discurso, su política “EE.UU. Primero” anticipa cambios que podrían transformar el comercio global. A las 07:30 de hoy 21 de enero, los contratos marzo se ubicaron en 387 dólares por tonelada en Chicago.
La toma de posesión de Trump debería traer volatilidad a la soja en los próximos días dijo Aaron Edwards del Sistema Manancial a Noticias Agrícolas, “Estamos atentos a algún decreto, a algún movimiento pero en mi opinión, eso va a ser algo momentáneo sobre el mercado”, aseguró acotando que el factor predominante sigue siendo que se viene una gran producción, una gran zafra tanto en Brasil como en otros productores, no tenemos certeza sobre el efecto que va a tener eso. La presión de venta del productor brasilero es lo que va a estar dominando las noticias”, aseguró.
Desde Granar, los analistas indicaron: “Empezó una nueva etapa para el mercado de granos. El factor político ya se ubicó a la par de las cuestiones climáticas, de la oferta y de la demanda mundial de cereales, oleaginosas y de subproductos. Los operadores, en particular los administradores de los grandes fondos de inversión, estarán muy atentos a los rumores y a los hechos que generará un presidente que, como lo demostró en su anterior mandato, tiene un perfil muy alto y poco apego por la diplomacia a la hora de hacer declaraciones”.
Granar destaca que en su primer mensaje como presidente de Estados Unidos, Trump anunció que en forma inmediata declarará la “emergencia energética” en el país y que estimulará la exploración de más áreas en busca de petróleo y de gas. Adelantó que los precios de los hidrocarburos “bajarán” y que usará “las reservas estratégicas para exportarlas al máximo a todos los países del mundo”. En ese sentido declaró: “Volveremos a ser una nación rica y será ese oro líquido bajo nuestros pies el que nos ayudará a lograrlo con mis acciones”. Y agregó: “Vamos a acabar con este nuevo Acuerdo Verde (…)”.
Esto último, dice Granar, puede ser interpretado por los fondos de inversión especuladores que “movilizan” las ruedas de Chicago como un virtual veto oficial a eventuales impulsos para las energías sustentables, como el etanol o el biodiésel, con impactos negativos sobre los precios del maíz y del aceite de soja. Además, durante su mensaje, donde destacó el papel de la industria –la automotriz en particular– como generadora de empleo, Trump no hizo referencias al sector agropecuario estadounidense, un usual polo de votos para el partido Republicano.
En materia de aranceles, Trump repitió lo ya dicho en la campaña, en cuanto a que cobrará aranceles a los productos importados. “Muchísimo dinero entrará en nuestro Tesoro y el sueño americano volverá a ser real”. En adelante habrá que ver cuál será el tratamiento que la nueva Administración hará de una “herramienta” que tendrá un objetivo recaudatorio, pero no sólo recaudatorio. Las tensiones con sus vecinos más cercanos, México y Canadá, ya fueron explicitadas por Trump recientemente –amenazó con aranceles del 25% a las importaciones de sus productos–, mientras que más allá de las usuales diatribas del magnate contra China, lo concreto es que el viernes el ahora nuevo presidente estadounidense llamó al presidente chino, Xi Jinping, para hablar sobre comercio, fentanilo y TikTok. “¡El presidente Xi y yo haremos todo lo posible para que el mundo sea más pacífico y seguro!”, dijo Trump tras esa comunicación.
Por su parte, el equipo de valor soja tiene una interprestación diferente pues considera que en su primer día como presidente de EE.UU. Donald Trump no hizo mención alguna a restricciones arancelarias aplicadas contra otras naciones que, tal como sucedió en su primera gestión, provocaron alteraciones significativas en la matriz comercial agroindustrial a escala global. Y no lo percibió ni el primer discurso presidencial ni en una hoja de ruta publicada este lunes.
Sólo se indica que “el presidente Trump anunciará la política comercial de “EE.UU. Primero” y que el país “ya no estará en deuda con organizaciones extranjeras para nuestra política fiscal nacional, que castiga a las empresas estadounidenses”. El documento oficial además asegura que “el presidente Trump se retirará del Acuerdo Climático de París”, lo que representa un desafío importante para los denominados “mercados de carbono”.
Valor soja dice que las interpretaciones sobre estos últimos criterios pueden ser variadas y habrá que esperar a conocer la “letra chica” de las medidas concretas por publicar en los próximos días, dado que, si bien la eliminación de la promoción de los vehículos eléctricos, en principio, favorecería el uso interno de biocombustibles, habrá qué ver si el abandono del “Acuerdo de París” no trae aparejada una disminución de los incentivos federales destinados al sector.