Especialista en agroclima recomienda monitorear de cerca la evolución del fenómeno de El Niño

Las perspectivas agroclimáticas para la primavera de 2025 son en su mayoría favorables para Paraguay, con buenas lluvias y temperaturas moderadas. Sin embargo, es importante seguir de cerca la evolución del fenómeno de El Niño y los eventos climáticos en Brasil, que podrían influir en el comportamiento de las precipitaciones y la temperatura en la región, indicó el Ingeniero Agrónomo Eduardo Sierra, especialista en Agroclimatología, cuando presentó un detallado análisis de la perspectiva agroclimática para Paraguay a la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).

En su intervención, Sierra destacó las perspectivas favorables para la próxima primavera de 2025, a pesar de algunas incertidumbres que aún persisten. Sierra explicó que aunque la temporada que termina aún no permite prever con total precisión cómo se desarrollará el clima para los próximos meses, las proyecciones actuales apuntan a un escenario positivo.

El calentamiento progresivo del Pacífico Oriental, con una alta probabilidad de que se materialice el fenómeno de El Niño, genera expectativas de un clima favorable para las cosechas. Este fenómeno tendría una influencia decisiva en la lluvia y las temperaturas, que serán claves para el desarrollo agrícola en Paraguay.

Las proyecciones climáticas muestran señales de buenos augurios, especialmente en la región sur de la Oriental, donde se esperan lluvias abundantes, que podrían superar los 150 mm en algunas áreas. Además, el Chaco paraguayo, particularmente el departamento de Boquerón, también se beneficiaría con precipitaciones superiores a los 50 mm. Aunque las temperaturas serán ligeramente más frescas que en agosto debido al aumento de las lluvias, la humedad del suelo parece ser favorable en gran parte del país, lo que beneficiará los cultivos.

La humedad en el suelo será suficiente para mitigar los efectos del calor

No obstante, el Ingeniero Sierra advirtió sobre algunas posibles fluctuaciones. En octubre, las lluvias podrían disminuir en la región de Mato Grosso, Brasil, lo que podría afectar la distribución del agua en Paraguay, especialmente en el norte del país. Sin embargo, la humedad en el suelo será suficiente para mitigar los efectos del calor que se espera para ese mes.

Para noviembre y diciembre, se espera una mejora en la distribución de lluvias, especialmente en el sur de Brasil, lo que influirá positivamente en las condiciones agroclimáticas de Paraguay y Argentina. En Boquerón, la mejora en la humedad será clave para asegurar buenas condiciones de siembra. Aunque las temperaturas se elevarán, el clima se mantendrá relativamente moderado en comparación con años anteriores.

Pese a las perspectivas positivas, Sierra destacó la preocupación por los altos niveles de calor en el noroeste de Mato Grosso do Sul y en el estado brasileño de Mato Grosso. Estos aumentos de temperatura podrían afectar la humedad en el suelo y la efectividad de los cultivos, por lo que será necesario monitorear de cerca estas zonas en los próximos meses.

Fuente: Canal de youtube de Maria Luisa Ramirez