“Si hacemos un balance del año, el gran destaque en maíz es que, a diferencia del pasado, la industrialización interna se volvió relevante, no solo por la producción de alcohol, sino también porque la industria ganadera confinada requiere granos como insumo estratégico para generar proteína animal”, dijo Larisa Barbosa, analista senior de Stonex, en conversación con el canal A&N, al responder sobre la dinámica del mercado de este grano en 2025.
Barbosa recordó que, en Paraguay, se realizan dos ciclos de soja: zafra y zafriña. Nuestros vecinos no lo hacen debido a normas sanitarias que prohíben ciclos consecutivos del mismo cultivo. “A diferencia de Brasil o Argentina, en Paraguay sí se planta la zafriña de soja. Esto es importante al hablar de maíz, porque la soja de zafriña compite por territorio con este cereal. Consecuentemente, el momento en que se planta la soja de zafra determina cuándo se cosechará, lo que a su vez afecta el calendario de la zafriña”, explicó.
Según la analista de Stonex, a diferencia de la zafra anterior, en 2025 tuvimos un septiembre óptimo con lluvias que permitieron que, a comienzos de octubre, el 100% de las hectáreas ya estuvieran plantadas. Sin embargo, octubre fue atípico: hubo días nublados y temperaturas bajas, lo que ralentizó el desarrollo de la soja y generó un retraso aproximado de 10 días en el ciclo. “Parece poco, pero esos 10 días adicionales en enero pueden afectar el momento final de la cosecha”, agregó.
“Cuanto más se demora la zafriña de soja, que es más delicada por ser un ciclo corto, algunos productores optan por sembrar maíz en su lugar. Mirando el corto y mediano plazo, lo que ocurra con el ciclo principal determinará el del segundo ciclo. Por eso, a comienzos de 2025 se plantó más maíz que soja. Esto generó una producción de cereal superior a la de 2024, lo que influirá en 2026, dependiendo de cuándo se coseche la soja y se pueda comenzar a plantar el segundo ciclo”, detalló.
El maíz paraguayo es un insumo estratégico para industrias fronterizas con Brasil
Sobre la comercialización y los precios del maíz, Barbosa comentó que, a diferencia de la soja, Paraguay toma como referencia principalmente los valores de Brasil. “Brasil ha avanzado de manera acelerada en la producción de etanol a partir de maíz. Cada vez más, consume internamente su cereal para producir biocombustibles. Esto afecta a estados fronterizos como Paraná (mayor productor de carne de pollo) y Mato Grosso do Sul (con gran producción de carne bovina), que necesitan mucho maíz para la alimentación de sus animales confinados”, señaló.
Por lo tanto, cuanto más maíz se consume en Brasil, menos sobra para otros usos, convirtiendo al maíz paraguayo en un insumo estratégico para estas industrias fronterizas. Históricamente, nuestro maíz se exporta principalmente a Brasil, mientras que la soja se dirige mayormente a Argentina. En 2025, debido a mejores precios internos, algunos productores optaron por vender dentro del país en lugar de exportar.
En cuanto al trigo, Barbosa comentó que la producción se concentra en el corazón de la región oriental, especializada en este cultivo, y que los niveles de producción, comercialización y precios se mantuvieron relativamente estables durante el año.
