Los productores deberán estar preparados para realizar un manejo cuidadoso de sus recursos, adaptando sus estrategias a las condiciones cambiantes para mitigar los impactos negativos en la agricultura y la producción agropecuaria del país, sugirió el especialista en agroclimatología Ing. Eduardo Sierra, asesor de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), cuando presentó un detallado análisis del panorama climático que enfrenta Paraguay en los próximos meses.
A pesar de que la mayoría de los pronósticos internacionales no predicen la manifestación de un evento La Niña, el Ing. Sierra advierte sobre posibles perturbaciones en el transporte de humedad desde el ecuador hacia el trópico, afectando directamente a Paraguay. Estas condiciones podrían crear un escenario intermedio, sin llegar a la extrema sequedad de La Niña, pero también sin alcanzar la estabilidad de un período climático neutral.
Pronósticos para el inicio de la zafra 2024-2025
El análisis del invierno y la entrada a la primavera revelan un panorama para agosto en donde la sequía se intensificará con precipitaciones escasas, inferiores a los 25 milímetros en la mayoría del país, lo que es insuficiente para compensar las altas temperaturas, especialmente en regiones como Alto Paraguay, donde se esperan temperaturas medias superiores a los 25°C.
Septiembre marcará el inicio de la primavera con un ligero aumento en la humedad y temperaturas moderadas, aunque el déficit hídrico persistirá en varias regiones. Si bien algunas áreas experimentarán mejoras, particularmente en el centro-sur, las condiciones generales seguirán siendo desfavorables para la siembra, con un manejo cuidadoso de la humedad y los cultivos como imperativo para mitigar los efectos adversos, indicó Sierra en un material disponible para todos los productores aquí.
Octubre a Diciembre: Mejora gradual pero con retos
En octubre, las lluvias aumentarán en algunas regiones, pero la distribución seguirá siendo irregular. Mientras que Boquerón y el norte de la Región Oriental podrían recibir más lluvias de lo normal, otras áreas continuarán con déficit hídrico. Las temperaturas subirán considerablemente, con máximas absolutas que podrían alcanzar los 45°C en diciembre, lo que plantea un desafío adicional para la gestión del agua en los cultivos, destacó el Ing. Eduardo Sierra.
Para el verano, se esperan temperaturas elevadas y lluvias que, aunque no serán abundantes, podrían ser suficientes si se manejan adecuadamente. El Ing. Sierra sugiere precaución en el manejo de la humedad y las siembras, destacando que la situación, aunque no es catastrófica, requerirá decisiones prudentes para evitar daños mayores.
Humedad: pronostican una situación grave pero no catastrófica.
En noviembre siguen las lluvias aunque por debajo de lo normal, “Casi podríamos decir que en Boquerón se ven lluvias buenas, casi más de lo normal”, dijo el especialista. Pero en este mes también se espera un gran aumento de la temperatura acotando que “La única zona que se salva de temperaturas elevadas es el extremo sur de la Región Oriental, por eso le cuesta recuperarse a la humedad y hasta se pierde un poco de humedad”.
En diciembre se ve una proyección positiva para las precipitaciones, “El calor sigue con más de 30°C de promedio, con esta temperatura a pesar de que llueve no logra recuperarse la humedad”, explicó. Según los pronósticos. El promedio de lluvias estará un poco por debajo de lo normal, pero sin llegar a ser grave o catastrófica. Insistió en que esta temporada “Va a requerir decisiones muy prudentes, manejo de malezas, densidad de siembra, épocas de siembra manejadas con mucho cuidado”.
Para el año 2025
Pasando a las proyecciones agroclimáticas para el 2025, en enero se esperan lluvias que pueden dar una producción razonable, el promedio de temperatura sería de 30°C. Febrero, siempre según los pronósticos, recibirá lluvias regulares con un rango por encima de lo normal en Boquerón. Marzo seguirá con lluvias bantante regulares. “Es menos normal en el este, las lluvias más grande estarían sobre Boquerón, las temperaturas aquí van moderándose pero todavía se mantienen con más de 25°C de promedio y la humedad quedaría mejor”, dijo.
Finalmente sobre el otoño de 2025, los pronósticos presentados indican que llegará con fríos tempranos y una mejora gradual en la humedad, aunque las lluvias seguirán siendo menores a lo normal. La moderación de las temperaturas hacia mayo podría ofrecer un respiro, pero la situación climática en Paraguay sigue siendo un desafío que demandará una gestión agroclimática estratégica y adaptativa, insistió el experto.