En agosto el índice de la FAO para los aceites vegetales alcanzó su nivel más alto desde julio de 2022, impulsado sobre todo por el repunte del aceite de palma, girasol y canola. Solo el aceite de soja mostró un respiro gracias a las buenas perspectivas de cosecha.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO se situó en un promedio de 169,1 puntos en agosto, lo que supuso una subida intermensual de 2,3 puntos (un 1,4 %), con la que alcanzó su nivel más elevado desde julio de 2022. El aumento obedeció a la suba de las cotizaciones de los aceites de palma, girasol y canola, que compensó con creces el ligero descenso de los valores del aceite de soja.
Los precios internacionales del aceite de palma subieron en agosto por tercer mes consecutivo, en gran medida impulsados por la fuerte demanda mundial de importaciones y por las noticias sobre la intención de Indonesia de seguir incrementando los porcentajes obligatorios en la mezcla de biodiésel en 2026.
Los precios mundiales de los aceites de girasol y canola aumentaron por la mayor escasez de la oferta en la región del Mar Negro y en Europa, respectivamente. Por el contrario, los precios mundiales del aceite de soja retrocedieron, principalmente como consecuencia de las perspectivas de una oferta mundial abundante de soja en la campaña 2025/26.




