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El análisis de un productor guatemalteco: “No todos los cultivos pueden ser orgánicos”.

“No todos los cultivos pueden ser orgánicos y no lo aconsejo”, expresó Herman Jensen, quien viajó desde Guatemala para participar del Segundo Encuentro Mundial de Siembra Directa, donde compartiendo su experiencia de trabajo en el país centroamericano, argumentó el por qué de sus afirmaciones.

Herman Jensen, ingeniero agrónomo, cuenta con una maestría en agronegocios. Fue vicepresidente operativo del ingenio Santa Ana durante 12 años. Además, es propietario de Finca Las Delicias, que produce café, ganado y miel, y de Finca Candelaria, dedicada a la producción de ganado en Guatemala. Jensen llegó a Paraguay para participar en el Encuentro de Siembra Directa y el Segundo Encuentro Mundial de Siembra Directa, donde compartió su experiencia en los tres emprendimientos y en los diferentes sistemas de trabajo a lo largo de los años.

La experiencia en el Ingenio Santa Ana: Innovación progresiva por la sustentabilidad.

Sobre su experiencia en el Ingenio Santa Ana, Jensen comentó que se dedican a la producción y exportación a nivel mundial. En el caso de esta empresa, el equipo está trabajando con agricultura regenerativa en un proceso de transición. Apartaron unas pocas hectáreas para iniciar la innovación sobre una superficie total de 24.000 hectáreas. “Es sumamente importante, según nuestra manera de ver las cosas, ir replicando el resultado de esas parcelas: innovar en pequeño y barato. Con los resultados de una parcela, podemos expandirnos sucesivamente a superficies contiguas y aplicar las nuevas prácticas en la mayor parte de la tierra”, comentó Jensen.

“Sin entrar en polémica”, continuó el productor, lamentó que se impulse una carrera de rendimientos y costos. “Eso lo único que alimenta es el ego de las personas (….) en Estados Unidos hay grandes personas que rompen récords de productividad perdiendo dinero”, dijo, explicando a sus colegas que esto no es sustentable.

La responsabilidad del productor, explicó Jensen, es la sustentabilidad del negocio, lo que no sucederá si se trabaja de forma exclusivamente extractiva. En Santa Ana, el cambio se dio porque cada año su evaluación demostraba que aumentaba la necesidad de insumos, revelando así las pérdidas que se estaban generando en el suelo. “Según otros, lo estábamos haciendo bien, teníamos buena rentabilidad, pero vimos que año tras año íbamos aumentando la necesidad de insumos y, desgraciadamente, la producción no iba en la misma línea. Nosotros no podemos transferir el costo porque es un commoditie, entonces tenemos que cuidar eso. Tenemos que tener un balance y fue cuando vimos que es importante cuidar el suelo”, dijo.

Producción de café, ganado y miel. La experiencia de la Finca Las Delicias.

“En este emprendimiento, dedicado a la producción de café, ganado y miel en 45 hectáreas, sí puedo tomar decisiones rápidas”, dijo Herman Jensen al compartir su experiencia en la empresa de la cual es propietario. La primera apuesta del agricultor fue la agricultura orgánica, pero incluso con este sistema, el suelo se estaba deteriorando. “Lo único que evita la agricultura orgánica es que utilicemos químicos. El tema es que seguíamos labrando la tierra, y lo que más deteriora el suelo es la labranza y voltear el suelo; entonces, esta tampoco es la solución”, dijo, compartiendo que posteriormente incursionó en la agricultura regenerativa en busca del balance que necesitaba el suelo.

Sobre este punto, Jensen fue categórico: no todos los cultivos pueden ser orgánicos. “Yo sigo siendo orgánico, pero sé que en otros cultivos es muy difícil ser completamente orgánico y no lo aconsejo”, dijo, detallando el porqué. Según el productor, el sistema de agricultura regenerativa es complejo. “Y desgraciadamente para todos nosotros agrónomos, no hay recetas de cocina aquí”, expresó, aclarando que no considera que exista una fórmula única de trabajo agrícola. Pero sí instó a sus colegas a romper paradigmas. Jensen también reconoció que cambiar la mentalidad de la gente es una misión difícil y que el agricultor debe enfrentar ataques internos y externos, pero que los resultados convencen cuando la gente ve con sus propios ojos que sí se puede.

Por otra parte, respecto al proyecto de la Finca La Candelaria, Jensen comentó que está en recuperación, también comentó que llegó a importar genética paraguaya para mejorar su ganado.

Otro punto que destacó Herman Jensen es el apoyo de profesionales especialistas en el proceso de transición. Recordó a Ray Archuleta, especialista en suelo; a Adelmir Calegari, especialista en servicio; y a Tom Harington, asesor en la producción de compost y compost líquido.

Basado en su experiencia, Herman Jensen sugirió como objetivos minimizar la perturbación, maximizar la biodiversidad, mantener siempre la cobertura del suelo y mantener raíces vivas. “Los insto a entrar en este tema. Uno tiene que saber dónde está; la línea base es sumamente importante, comenzar con análisis de suelo”, recomendó.

Los desafíos para la sustentabilidad.

Otra ventaja que brinda la agricultura regenerativa, según Jensen, es que nos permite adelantarnos a posibles nuevas regulaciones en el mercado internacional. “Ya pasó en Holanda y otros países de Europa. Si de un día a otro nos prohíben usar nitrógeno, la empresa se va al suelo. Por eso tenemos que ver más adelante para ser resilientes y salir del lugar donde estamos, que está sumamente difícil”, comentó.

Mantener la biodiversidad es el objetivo: “Es lo que buscamos”, dijo Jensen mientras seguía compartiendo su experiencia de trabajo. En el área cañera, el ingenio apostó por colocar nidos y criar lechuzas para el control de roedores. En la finca de café, sumaron apiarios que funcionan como marcadores biológicos; “si las abejas viven, significa que el sistema está funcionando”. Otra herramienta fundamental en el sistema de sustentabilidad son los corredores biológicos. En Guatemala, los desafíos no han sido pocos, pues para la cobertura ha sido necesario importar las semillas para lograr el mix multiespecie que se integró entre los surcos de caña. En la producción de café existe una cobertura de arbustos y árboles cuyas raíces aportan al suelo más de lo que extraen; lo único que debe cuidarse en este caso es la competencia por la luz del sol, aclaró.

En la finca ganadera, la idea es emular la naturaleza, mover el ganado varias veces al día para aprovechar la generación de estiércol y mejorar la fertilidad del suelo, evitando los problemas de compactación.

Por otra parte, Herman Jensen citó la necesidad de validar el sistema: “Mucho estudio, muchas prácticas, muchos ensayos para que todo esto funcione”. Al cierre de su presentación, dejó estas frases:

  • Las fincas no nos pertenecen; Dios nos las dio para que las cuidemos. Las tenemos prestadas y deberíamos entregarlas mejor de lo que nos las dieron.
  • Tenemos que ser pastores de nuestra tierra; tenemos que ver el efecto que estamos causando en la superficie del suelo.
  • El mayor patrimonio de todo agricultor es el suelo.

La presentación completa de Jensen en el evento organizado por la Federación Paraguaya de Siembra Directa (Fepasidias) y transmitido por Agropecuaria y Negocios A&N, se puede ver aquí a partir de 08:53:45

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