El ingeniero agrónomo Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología, con el objetivo de proporcionar herramientas para la planificación de la campaña sojera, detalló las proyecciones climáticas en diferentes regiones, resaltando la tendencia a un fenómeno de El Niño, que podría desarrollarse hacia mediados de año. El ingeniero insistió en aclarar que se trata de tendencias y no precisiones.
En su informe presentado a la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Sierra explicó que las perspectivas regionales apuntan a un Pacífico Ecuatorial con condiciones hacia un neutral muy cálido, lo que abre la posibilidad de un fenómeno de El Niño hacia el invierno. A medida que las proyecciones se encaminan hacia un escenario favorable para las lluvias, se espera que la campaña de soja en varias localidades paraguayas esté acompañada de condiciones que, en principio, no traerían temperaturas extremas.
Para Agua Dulce, Alto Paraguay: se estima una distribución de lluvias bastante equilibrada, con un acumulado estimado de 700 mm hasta diciembre. No se anticipan temperaturas extremas por encima de los 40°C en octubre y noviembre, aunque las lluvias llegarían más tarde, con la expectativa de que el modelo de clima continúe favoreciendo la agricultura.
Para la zona de La Patria, Oeste de Boquerón, la región muestra temperaturas algo más moderadas debido a su posición geográfica. Se esperan entradas de aire polar a partir de mayo, con temperaturas bajas que rondarían los 7°C en septiembre. El acumulado de lluvias es de alrededor de 900 mm, lo que se considera favorable para la siembra.
En las zonas de Philadelphia y Pozo Colorado, la tendencia climática es similar a la de otras localidades, con un acumulado de lluvia superior a los 800 mm. En Pozo Colorado, se destaca la ausencia de episodios de calor, lo que podría generar un ambiente propicio para el desarrollo agrícola.
Para Concepción, San Pedro y Alto Paraná, las proyecciones para estas regiones muestran temperaturas que no superan los 40°C en los meses más cálidos y una acumulación de lluvia que ronda los 900 mm. Sin embargo, en localidades como San Pedro y Alto Paraná se destacan algunas heladas, especialmente en el mes de junio, lo que podría tener un impacto en cultivos sensibles a bajas temperaturas.
En el caso de Ciudad del Este y Caguazú, se prevé un otoño e invierno con temperaturas frescas, sobre todo en septiembre, con un acumulado de lluvia que podría superar los 1000 mm. Las entradas de aire polar serán especialmente notorias en agosto, lo que podría generar un enfriamiento notable en estas zonas.

En las zonas trigueras se esperan heladas agronómicas que podrían afectar cultivos sensibles
Para las Zonas Trigueras, los departamentos de Itapúa y Misiones, se destacan las bajas temperaturas durante la primavera, con heladas agronómicas que podrían afectar los cultivos sensibles. La acumulación de lluvia se espera que supere los 1000 mm, lo que podría ser beneficioso para la cosecha si se mantienen las condiciones favorables.
El informe concluye con una expectativa positiva para la campaña agrícola, destacando que aunque las proyecciones de lluvia pueden parecer optimistas en algunas zonas, la tendencia general es favorable para los cultivos. La activación de los vientos polares y el comportamiento del Pacífico Ecuatorial son factores clave que podrían definir el rumbo climático del año, explica el experto
Sierra reiteró que se debe seguir monitoreando de cerca la evolución de estos fenómenos climáticos, ajustando las predicciones conforme se vayan desarrollando los meses. “Es importante estar atentos, pero el panorama general es alentador para la agricultura”, concluyó.