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Dulce raíz: IPTA reporta una demanda constante de semillas de batata.

Son 10 las localidades del Chaco Central en donde se instalaron parcelas de investigación de batata y son 3 las variedades que están mostrando un mejor desarrollo en la zona, comentó el Ingeniero Winson Pintos, profesional del Centro de Investigación de la Agricultura Familiar del Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA) localizado en Choré San Pedro, donde se tienen las parcelas demostrativas de los principales rubros para los pequeños productores. Claro que IPTA también cuenta con parcelas demostrativas en la región oriental del país.

Pintos, que atendió a A&N durante su participación de la Expo Pioneros, destacó que el proyecto de investigación de batata (jety en guaraní) es uno de los más grandes del Centro de Investigación con sede en Choré y el objetivo principal es la producción de semillas. En esta región del país, el proyecto tendrá una evaluación de desempeño tras el cierre del primer semestre para verificar su continuidad, pero el actual cronograma marca el cierre para diciembre de este año.

Los resultados del trabajo del IPTA con la agricultura familiar permitieron, en sus parcelas demostrativas ubicadas en todo el país cosechar entre 6 mil a 8 mil kilogramos por hectárea, en algunos ensayos se llegó aún a mejores números cosechando hasta 23 mil kilogramos por hectárea “casos muy puntuales”, recordó el Ing. Pintos.

Fotos: IPTA

Batata en el Chaco

La investigación de batata se realiza en el Chaco mediante una cooperación interinstitucional que incluye a los municipios, escuelas agrícolas y dependencias del Ministerio de Agricultura y Ganadería. En esta zona el equipo no realizó ningún tratamiento especial para el suelo, “Aprovechamos las condiciones ambientales del Chaco, porque sabemos que el Chaco Central particularmente tiene un suelo muy fértil; y dependiendo del factor climático, una vez que llueve, la mayoría de los rubros para la agricultura familiar se adaptan bastante bien en esta zona” afirmó Pintos.

Según el técnico del IPTA, la batata es un rubro de interés para todas las comunidades, en el Chaco, mencionó que tienen demanda de acompañamiento tanto de las comunidades indígenas como de las menonitas para el autoconsumo.

En la Región Oriental

Por otra parte, en la región oriental se produce batata con  fines de autoconsumo y con fines comerciales también, por lo que las parcelas del IPTA trabajan con variedades doble propósito. Los productos más comunes derivados de la batata son  los dulces y mermeladas “Tenemos ya identificada una variedad que sale bastante bien de ciclo mediano para estos fines”, comentó Wilson Pintos.

El programa de investigación de batata tuvo un fuerte impulso tras la aparición de inconvenientes en la producción de mandioca “con todos esos problemas, la gente propuso remplazar la mandioca con batata”, dijo Pintos, quien aseguró que la demanda no disminuye y por el contrario sólo ha ido en crecimiento en los últimos años, por lo que calificó al rubro como una buena opción para la renta de la agricultura familiar.

San Pedro, el departamento en el que se encuentra el Centro de Investigación de la Agricultura Familiar es justamente una zona de gran producción de mandioca. Según el ingeniero, a la batata no le atacan muchas plagas como en el caso de la mandioca, “las posibilidades de que le alcance son menores”, dijo y fue ésto lo que aumentó la demanda de semillas e impulsó el trabajo del IPTA.

El Ing. Wilson Pintos afirmó que todo el equipo del IPTA está disponible para asistir a los productores en cualquier zona del país. Por lo que los interesados en producción de batata pueden contactarse con ellos para solicitar capacitaciones técnicas e inclusive la colaboración para la producción experimental o semillas. “Podemos instalar parcelas demostrativas en cualquier parte del país”, comentó.

Foto: IPTA

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