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Cómo romper el círculo vicioso: Deudas por expropiaciones rondan los USD 160 millones.

La deuda total del INDERT asciende a aproximadamente 160 millones de dólares por inmuebles expropiados que fueron traspasados ​​a la institución sin los recursos necesarios para su pago. “Es importante entender que si bien la Constitución establece el pago previo por la expropiación, al INDERT no se le proporcionaron en muchos casos los fondos para realizar estos pagos, lo que generó esta acumulación de deudas”, explicó el presidente de la entidad Francisco Ruiz Díaz a A&N. El actual titular del ente compartió algunas de las opciones que analizan para cubrir estos compromisos de la entidad a su cargo.

Ruiz Díaz recordó antes que nada que por instrucción del Poder Ejecutivo, la adquisición de tierras se ha detenido. “Esto me parece lógico, ya que si no podemos pagar las tierras que hemos adquirido hace 20 o 30 años, seguir aumentando la deuda sería irracional. Por este motivo, se estableció en el decreto reglamentario del Presupuesto General de la Nación la no adquisición de tierras en 2024. Habrá que esperar el decreto reglamentario de 2025 para ver si se mantiene esta medida”, expresó.

Las propuestas de solución de la actual administración del INDERT:

Opción 1.-Vender tierras bajo administración plena del INDERT a precio de mercado para grandes productores, lo que requerirá una modificación legislativa.

Opción 2.-Utilización de instrumentos financieros como Bonos y Fideicomiso: Lo que ya está permitido por la Carta Orgánica.

Opción 1: “INDERT dispone de inmuebles que podrían venderse a precios de mercado”

Insistiendo en aclarar en que los beneficiarios de la reforma agraria, de la agricultura familiar campesina serán siempre sujetos de este derecho y contarán con los beneficios establecidos por la ley para ellos, Ruiz Díaz explicó que el INDERT dispone de inmuebles que podrían venderse a precios de mercado, lo cual permitiría obtener ingresos para pagar las deudas actuales.

Un ejemplo de esto es el caso de Antebi Cue. “En esta propiedad hay personas dispuestas a adquirir tierras a precios de mercado, aunque estas ya no pueden ser transferidas como parte de la reforma agraria, ya que son ocupaciones históricas de entre 500 y 1.000 hectáreas”, dijo el presidente del INDERT. En la zona existen pequeños y medianos productores que podrían seguir bajo el marco de la reforma agraria, pero para los grandes productores se podría generar una ley especial, venderles la tierra a precio de mercado y de allí obtener los recursos a invertir en el pago de la deuda, dijo.

“No debemos olvidar que Antebi Cue es una propiedad de 229.000 hectáreas que, a día de hoy, no genera ingresos para la institución y se encuentra completamente ocupada. Aproximadamente la mitad del terreno, unas 110.000 hectáreas, corresponden a un parque natural. Por lo tanto, es fundamental encontrar una solución. Una opción sería resolver una parte importante del caso aplicando la ley de reforma agraria para las ocupaciones menores. Sin embargo, las grandes extensiones tendrían que regularse con leyes específicas, y muchos de sus ocupantes están dispuestos a pagar a valor de mercado”, aclaró.

Otro ejemplo es el caso de San Agustín, un inmueble de 15.000 hectáreas en la zona de Altos que ya ha sido pagado en su totalidad. Parte de estas tierras puede ser utilizada para la reforma agraria, pero la otra parte, que no es apta para ese propósito, podría venderse a precios de mercado al sector privado. De esta manera, se podrían obtener recursos adicionales para pagar la deuda y cumplir con sus obligaciones financieras, por lo que es analizado desde el INDERT.

Opción 2.- “Bonos emitidos por la institución podrían tener una buena rentabilidad”

“Recientemente, hemos tenido un acercamiento de inversionistas interesados ​​en adquirir bonos del INDERT. Ellos consideran que el proceso es transparente y creen que los bonos emitidos por la institución podrían tener una buena rentabilidad. Esto está permitido por la Carta Orgánica del INDERT, que prevé la posibilidad de emisión de bonos. Por ejemplo, se podrían realizar colocaciones a 10 años de plazo, utilizando esos recursos para pagar la deuda acumulada mientras la institución se fortalece. Esta es una de las opciones viables para hacer frente a nuestras obligaciones”, explicó Francisco Ruiz Díaz.

Comentó además que otra alternativa sería acelerar la titulación de la mayor cantidad de inmuebles posible y utilizar herramientas como el fideicomiso para mejorar significativamente la recaudación, especialmente en la región oriental. Esto permitiría generar recursos adicionales que podrían ser utilizados para pagar la deuda o para negociar con los propietarios de tierras y entregarles bonos a cambio de la deuda pendiente.

Francisco Ruiz Díaz considera que este es un punto crucial, ya que según comentó “la deuda del INDERT con los propietarios de inmuebles no siempre es visible, pero, si queremos fortalecer la posición financiera de la institución y mantener un grado de inversión favorable, debemos abordar este tema dentro del marco de la macroeconomía y su relación con el sector privado”

Un círculo vicioso

Cuando se expropiaron y transfirieron inmuebles al INDERT sin los recursos necesarios para su pago, esto inició un círculo vicioso: “El inmueble pasa a formar parte de la deuda del INDERT, pero hasta que no se pague el 100% del valor, no se puede transferir ni titular, lo que impide su habilitación y regularización. Si encontráramos un mecanismo para acelerar la titulación, podríamos generar una mayor cantidad de títulos en la región oriental, lo que nos permitiría recaudar fondos y pagar la deuda acumulada con el sector privado por estas expropiaciones”, concluyó.

La nota completa la podés ver en el canal de youtube de A&N acá a partir de: 01:56:17

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