El precio de la soja ha experimentado una tendencia bajista a lo largo del mes de julio, lo que lo convierte en un “mes en rojo” para el sector. Según el analista Federico Morixe esta situación podría agravarse o mejorar dependiendo del progreso de factores climáticos y políticos en agosto.
Morixe explicó que los precios actuales de la soja se encuentran en niveles similares a los de 2020, lo que representa un retroceso significativo para el mercado. Este fenómeno, según el analista, se debe en parte a la alta producción global, con cosechas récord previstas en Brasil, Estados Unidos y otras regiones de Sudamérica. “Los compradores están esperando que los precios bajen aún más, lo que está afectando severamente a los productores, quienes enfrentan altos costos y precios de venta bajos”, indicó.
El escenario para la soja podría cambiar si se presentan problemas climáticos que afecten las cosechas o si surgen conflictos políticos, como una posible guerra comercial en caso de que Donald Trump regrese a la presidencia de Estados Unidos. Estos factores podrían alterar el escenario actual y generar un repunte en los precios.
Otro factor importante es lo que ocurre en Brasil, el productor brasilero se ve beneficiado por el tipo de cambio real-dólar. “En reales es más rentable, lo mismo pasa en Argentina, eso hace que vendan más y lo mismo pasa en Argentina, hace que vendan más y eso genera mayores bajas en los precios. La demanda estaría retrayéndose porque debido a los conflictos bélicos pueden hacer que se retiren algunas ofertas del mercado, esperan para comprar un poco más adelante debido a la proyección de mayor oferta”, detalló.
“La demanda se retrae y genera también bajas en los precios y también los fondos de inversión, gente que compra y vende soja a nivel mundial como inversión, como especulación. La venta de millones de toneladas genera bajas adicionales, otra de las razones para que los precios estén en constante baja hasta que todos vean que llegamos a un fondo”.
Maíz: “Los precios siguen buscando un piso”
En cuanto al maíz, Morixe señaló que a nivel mundial los precios han buscado un piso, aunque la situación en Sudamérica es distinta debido a las recientes inundaciones en Brasil y la disminución de la producción en Argentina. “Para Paraguay, esto podría representar una oportunidad de subida en los precios debido a la demanda de países vecinos como Uruguay”, comentó. Sin embargo, advirtió que esta posible alza dependerá de las decisiones de compra en el mercado regional.
“Pero lo importante es tener la demanda, cuando la demanda esté, hay que aprovechar, hacer caja, vender y no esperar y financiarse por una venta de insumos o de producto, que a veces no hay una mejoría en el precio de 40 o 50 dólares como espera el productor, pero esperar eso ahora es difícil”, comentó.
Trigo: “Nuestra esperanza es venderle al mercado brasilero”
El trigo, según Morixe, presenta un panorama incierto. Aunque el precio internacional sigue presionado a la baja, existen oportunidades para los países vecinos de Brasil, especialmente Paraguay y Uruguay, debido a las pérdidas de cultivos en Río Grande do Sul. “Podríamos ver un rebote en los precios si se presentan problemas climáticos en otras regiones productoras como Australia o Argentina”, añadió.
Morixe concluyó que, pese a las incertidumbres, hay una expectativa moderada de que las dificultades en la producción brasileña podrían beneficiar a los exportadores de trigo en la región, aunque no descartó que factores externos, como la entrada de trigo ruso a “precios ridículamente bajos”, puedan influir negativamente en el mercado.
