Los precios del maíz han mostrado volatilidad, y los desafíos logísticos y climáticos persisten, Paraguay alcanzó un buen rendimiento en la zafra 2025, con un promedio de 6.320 kilos por hectárea. Sin embargo, se espera una ligera disminución en la producción para la campaña 2026, según las estimaciones de StoneX. Pero el escenario para el rubro es alentador pues el crecimiento de la industria de etanol podría aumentar el consumo interno a casi 4,5 millones de toneladas en los próximos años.
El maíz, un cultivo clave para Paraguay, está ganando terreno tanto en consumo interno como en exportación. En los últimos años, la producción promedio de maíz en el país ha rondado entre los 4,5 y 5 millones de toneladas. Carlos Sanabria, analista de riesgo de StoneX, destacó que uno de los desarrollos más significativos es el aumento en la producción de etanol. “Están surgiendo nuevas plantas de etanol en zonas como Paraguari, Guairá, y se están ampliando en áreas como La Paloma y Mallorquín. Dentro de dos o tres años, cuando estas plantas entren en funcionamiento, el consumo interno podría alcanzar hasta 4,5 millones de toneladas, lo que representa casi toda la producción actual”, señaló.
Sanabria estima que este aumento en el consumo interno será complementado por las exportaciones, especialmente a Brasil. “Brasil es un socio constante para la exportación de maíz, con un volumen anual que varía entre 1,8 y 2,3 millones de toneladas, dependiendo de las condiciones logísticas, que no son siempre sencillas”, explicó Sanabria. La logística, especialmente por los ríos, también sigue siendo una opción clave para la exportación del grano hacia el mercado internacional.
En cuanto al rendimiento de la zafra actual, destacó que la campaña de maíz 2025 ha sido excepcional. “Las zonas de Canindeyú y Alto Paraná tienen rendimientos promedio de 6.800 y 6.600 kilos por hectárea, respectivamente, mientras que a nivel nacional el promedio es de 6.320 kilos por hectárea”, indicó. La producción total para esta zafra se estima en 5.723.000 toneladas, lo que supera las expectativas iniciales. Sin embargo, las estimaciones para la campaña 2026 apuntan a una ligera disminución en el área sembrada, con unas 848.000 hectáreas, y una producción cercana a las 4,88 millones de toneladas.
El precio del maíz ha experimentado una considerable volatilidad
En cuanto a los precios, Sanabria explicó que el maíz ha experimentado una considerable volatilidad. Durante la pandemia, los precios llegaron a picos de 280 dólares por tonelada, pero hoy se encuentran en un rango de 170 a 180 dólares. Para la campaña 2026, se prevé que los precios sean similares a los actuales, lo que representa un margen ajustado para los productores, pero que aún cubre los costos de producción.
Un factor importante que incide en los precios y la productividad del maíz es el clima. “El maíz es muy sensible a factores climáticos como las heladas y las horas de luz. Si las condiciones climáticas no son favorables, esto puede afectar tanto la cantidad como la calidad del grano”, advirtió Sanabria.
Además, la calidad del maíz se ha convertido en un tema clave para los mercados de exportación. “Las industrias como la de etanol y la avícola, así como las exportaciones hacia Brasil, son muy exigentes en cuanto a calidad. Aunque Brasil tiene una tolerancia mayor, el maíz de mala calidad siempre conlleva descuentos”, explicó.
Desafíos logísticos y geopolíticos que Impactan la exportación paraguaya
La logística sigue siendo uno de los mayores desafíos para las exportaciones, especialmente hacia Brasil. “A pesar de la cercanía geográfica, la logística es complicada debido a la falta de agilidad en las aduanas, tanto en Paraguay como en Brasil”, agregó Sanabria. Las principales rutas de exportación pasan por los puntos fronterizos de Guairá, Santa Elena y Foz, donde los retrasos en el paso de camiones y la falta de infraestructura continúan afectando la eficiencia del proceso.
En el ámbito internacional, los precios del maíz también están siendo influenciados por factores geopolíticos, en especial la relación comercial entre Estados Unidos y China. Sanabria explicó que las fluctuaciones en la demanda y los precios internacionales, como los recientes cambios en la política de tarifas arancelarias entre ambos países, pueden afectar indirectamente a los productores paraguayos. “Si China y Estados Unidos no llegan a un acuerdo, los precios de Chicago podrían caer, lo que afectaría a los mercados regionales, pero si Brasil fortalece su relación con China, Paraguay podría verse beneficiado a través de un mejor basis en los puertos brasileños”, concluyó.
