Posibilidad de una nueva guerra comercial preocupa al mercado de la soja.

La posible imposición de aranceles globales del 10% y del 60% a productos chinos anunciada por Donald Trump podría desencadenar una nueva guerra comercial entre Estados Unidos y China. Analistas advierten que esta situación afectaría gravemente a los agricultores estadounidenses, con precios de la soja que podrían caer por debajo de los 9 dólares el bushel, marcando mínimos desde 2020. Mientras tanto, China ya ha diversificado sus fuentes de importación hacia Brasil, dejando a los productores de Estados Unidos en una posición más vulnerable que nunca.

El 3 de enero de este año, Trump escribió en su perfil de la red social X “(…) ¡Los aranceles saldarán nuestra deuda y harán a Estados Unidos rico otra vez!” compartiendo una publicación que muestra un gráfico sobre el porcentaje de los ingresos federales sobre los totales generado por los aranceles. 

Fuente: Cuenta de X Donald Trump.

Los precios de la soja en Estados Unidos podrían caer por debajo de los 9 dólares el bushel, muy por debajo de los costos de producción de los agricultores y el nivel más bajo desde 2020, si las amenazas arancelarias del presidente electo Donald Trump desencadenan otra guerra comercial con China, dijeron analistas de Rabobank. China es el mayor comprador mundial de soja y un mercado crucial para los agricultores de Estados Unidos y Brasil, que suministran la mayoría de las importaciones de China. Alrededor del 74% de las importaciones de soja de China provinieron de Brasil en la campaña comercial 2023-2024.

Otra guerra comercial entre Estados Unidos y China supondría un golpe para los agricultores estadounidenses, que han visto caer sus ingresos agrícolas netos casi un 23% desde 2022, según los últimos datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

Raboresearch recuerda que Trump ha prometido imponer aranceles del 10% a las importaciones globales junto con un arancel del 60% a los productos chinos, lo que genera preocupaciones de que Beijing tome represalias con sus propios aranceles a productos agrícolas como la soja. Los aranceles de Trump de 2018 iniciaron la última guerra comercial entre los países. “Si se imponen aranceles adicionales, se espera que China tome represalias inmediatamente atacando los cereales y las semillas oleaginosas, especialmente la soja”, dijeron los analistas.

Si hay una nueva guerra comercial entre las dos potencias globales, los agricultores estadounidenses, que sembraron 35,2 millones de hectáreas (87,1 millones de acres) de semillas oleaginosas el año pasado, podrían reducir la siembra en hasta 5 millones de acres este año. Esta caída podría reducir la materia prima nacional que necesitan los proveedores de biocombustibles estadounidenses. La dependencia de Beijing de las importaciones estadounidenses ha disminuido desde el primer mandato de Trump, ya que China ha ampliado las importaciones desde Brasil y ha reforzado sus reservas estatales de soja, además de ajustar las raciones de alimento para el ganado para depender menos de la soja importada. “Estos tres factores crean un escenario en el que la soja estadounidense podría quedar completamente excluida del mercado chino en una posible nueva guerra comercial”, dijeron los analistas de Rabobank, según la réplica difundida por la agencia Reuters.

¿La administración Trump II traerá la Segunda Guerra Comercial?

La imprevisibilidad debería marcar de forma bastante evidente -y por qué no decir agresivamente- el rumbo de los mercados hasta que se conozcan las políticas de Trump, en su nuevo gobierno. Y no sólo sus políticas, sino, principalmente, sus relaciones diplomáticas y geopolíticas, además de todas las cuestiones vinculadas a la tecnología, uno de los puntos más sensibles entre ambos países, dijo Eduardo Vanin, analista del complejo sojero de Agrinvest Commodities, en entrevista con Bom Dia Agronegócio, en Notícias Agrícolas.

A pesar de todas estas posibles conjeturas, hay un punto, en particular, que difiere significativamente de lo ocurrido hace siete años. Esta vez, Xi Jinping fue invitado a la ceremonia de toma de posesión de Trump y el acto sorprendió a todos. “Y cuando el mercado vio esto, vio una posibilidad de diálogo. Aún no ha habido confirmación de si Xi asistirá, pero si eso sucede, significa que puede haber una posibilidad de diálogo y el mercado prestará atención a esto”. , explica, en entrevista con Bom Dia Agronegócio, la analista de mercado de Pátria Agronegócios, Lorrane Ferreira.