Técnicos de nuestro país están promoviendo la agricultura regenerativa, una práctica que revitaliza las técnicas tradicionales para lograr una interacción sostenible con la tierra. Destacan que esta metodología se basa en principios naturales que restauran la salud del suelo y mejoran la productividad agrícola. Los rápidos y positivos resultados están motivando a más productores a adoptar estas prácticas, demostrando beneficios económicos y ambientales a largo plazo.
Gabriel Neufeld en el Chaco y Danilo Goossen, ingenieros agrónomos que trabajan en producción y asesoría técnica, junto a su equipo, guían la implementación de la agricultura regenerativa, una práctica que está ganando popularidad a nivel mundial y promete transformar la manera en que interactuamos con la tierra. Ambos compartieron su visión y su trabajo sobre el sistema con Agropecuaria y Negocios.
“Es un principio que está entrando bastante fuerte en todos lados, y acá en Paraguay estamos construyendo las bases para que la gente pueda aprender cosas nuevas y redescubrir prácticas olvidadas del pasado,” comenta Neufeld, quien comentó a Agropecuaria y Negocios que trabaja fundamentalmente en la Región Occidental de nuestro país. “Anteriormente, las personas trabajaban en un sistema regenerativo sin saberlo, buscando que la vida permanezca en el suelo. Con el tiempo, perdimos eso debido a la intensificación de los cultivos y el manejo incorrecto”.
Un esfuerzo por el equilibrio perfecto
La agricultura regenerativa no es un concepto nuevo, sino una vuelta a los principios que la naturaleza ha empleado durante siglos. Danilo Goossen, para dar un ejemplo sencillo, explica que este sistema se basa en los principios de los bosques nativos. “Los bosques están en equilibrio perfecto, donde las plantas están en constante simbiosis con el suelo y la vida microbiana. La agricultura regenerativa busca llevar estos principios a nuestros campos, promoviendo un ciclo cerrado y equilibrado”.
Les pedimos a los técnicos que expliquen qué significa realmente la agricultura regenerativa para quienes no están familiarizados con la agricultura, Goossen la define como “amor a la naturaleza, una pasión por la creación, una cosmovisión distinta al común. Es ver la vida y empezar a entender y amar lo que nos rodea. La agricultura regenerativa no está en los productos ni en los campos, está en el corazón”.
“Hay barreras mentales que superar”
En el Chaco y la región oriental, los agricultores están empezando a abrir sus mentes a estas nuevas (y antiguas) prácticas. Neufeld señala que aunque hay barreras mentales que superar, los resultados rápidos y positivos están motivando a más productores a adoptar estos métodos. “Es un cambio de mentalidad, un cambio de chip. Los resultados hablan por sí mismos y animan a otros productores a probar y a estar dispuestos a dejar atrás ciertas prácticas”.
Goossen añade que la naturaleza tiene una capacidad impresionante de recuperación cuando se le dan las condiciones adecuadas. “Tenemos ejemplos de suelos que estaban compactados y en malas condiciones, pero con la implementación de atención a su microbiología, cobertura y rotación de cultivos, se han recuperado en un año. La vida vuelve y eso sorprende a los productores”, celebró.
Mayores beneficios y costos más bajos a largo plazo.
La agricultura regenerativa también tiene un componente económico significativo. Goossen explica que los productores que adoptan completamente este sistema, en lugar de hacerlo de forma parcial, ven mayores beneficios y costos más bajos a largo plazo.
El mensaje final de Neufeld y Goossen es claro: debemos pensar en las futuras generaciones. “Nosotros debemos considerar lo que dejamos a nuestros hijos y nietos,” dice Neufeld. Goossen añade, “La agricultura regenerativa es una cosa del corazón. Es amor a uno mismo, amor al prójimo y amor a la naturaleza. Es un sistema de trabajo que debemos abrazar por el bien de nuestro planeta y de quienes lo habitarán en el futuro.”
